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Automóvil, de nuevo.

Santiago Niño Becerra - Martes, 03 de Marzo

Sorpresas y exclamaciones ha causado la pretensión de Volkswagen para que, quienes sean, le proporcionen el importe de la inversión necesaria para acometer las obras precisas a fin de ensamblar el famoso Q 3 en la planta de VW-Seat de Martorell, Barcelona; también ha causado indignación.

“¡Vaya morro!. Las inversiones ascienden a 300 millones y solicitan ayudas por 309 millones. ¡Y encima quieren congelación salarial durante dos años y ERE, también de dos años!”. Diatribas como esta ya he oído decenas (seguro que Uds. también). Pienso que, a) no se ha entendido nada de lo que está sucediendo, b) Volkswagen (en este caso) va dos pueblos por delante de todo y de todos.

Volkswagen (en este caso) ha llegado a la conclusión de que es capaz de “hacer cosas que generan PIB”, en otras palabras, de que “es capaz de generar PIB”, es decir, que es un generador de PIB. Volkswagen (en este caso) tiene claro que pude poner en marcha un proceso para generar PIB porque ella es un aparato generador de PIB, tanto desde la oferta como desde la demanda, y tanto de forma directa como indirecta.

Cuando Volkswagen (en este caso) solicita 309 millones de euros lo que está haciendo es ofrecer su capacidad de generar PIB a alguien que necesita esa capacidad, y por ello la está vendiendo. Volkswagen (en este caso) sabe que si la planta de Martorell cierra se organiza un pifostio de cojones, tanto por los trabajadores de Seat que se quedarán sin empleo, como por los de los proveedores que van a perder gran parte o casi toda su actividad, y tanto por los bares y tiendas que dependen de los gastos diarios que esos empleos realizan, como por la actividad que genera los automóviles que Seat vende aquí, y sabe que lo saben políticos, sindicatos, gobierno, oposición, jóvenes y ancianos, y sabe que todos esos colectivos y gentes saben que ella lo sabe.

“Entonces, ¿Volkswagen (en este caso) está pidiendo que le paguen por no irse?”; no, no es tan sencillo. Volkswagen (en este caso) está vendiendo su capacidad para posibilitar la generación de PIB; sabe que puede hacerlo muy bien, y sabe que es necesaria, luego quiere percibir algo por ello, ¿cuánto?, el importe de las herramientas para generar ese PIB -encima, no va a poner Volkswagen (en este caso) gratis las herramientas, ¿no?-; más la bendición para limpiar la casa que tiene en Martorell, de ahí el ERE; más una reducción de costes a fin de garantizar, al menos, que va a generar el suficiente cash flow para pagar la transferencia tecnológica que anualmente tiene que realizar a la matriz. ¿Alucinante?, según se mire.

Volkswagen (en este caso) sabe que existe un exceso de capacidad productiva instalada tremendo, con todo lo que ello comporta: bla, bla, bla, más un excedente de factor trabajo. Además sabe que no se sabe exactamente hasta donde va a llegar este excedente toda vez que la venta de automóviles se va, literalmente, a hundir debido a que la concesión de créditos ya se ha hundido (¿que porcentaje de automóviles deben venderse anualmente sin recurrir a ningún tipo ni modalidad de financiación?). Pues bien, Volkswagen (en este caso) ha ofrecido vender su capacidad para que las instalaciones de Martorell junto a los factores productivos que estas utilizan generen PIB y contribuyan a generar más PIB. El ERE y la congelación salarial son complementos a la operación.

Ahora se estarán preguntando por qué diantres he ido escribiendo la coletilla “(en este caso)” a continuación del nombre de la ensambladora alemana, fácil: porque esto que Volkswagen ha ofrecido, se va a generalizar, y con la lógica del modelo económico con el que hasta ahora nos hemos estado moviendo tiene toda la razón de ser del mundo: si a las entidades financieras se les ha de ayudar porque son “bombas” que hacen circular el flujo financiero a fin de posibilitar la generación de PIB, entidades como Volkswagen son nodos de generación de PIB que coordinan y bypassan un sin número de operaciones que generan PIB. Si la quiebra de una entidad financiera constituye un riesgo sistémico, la de una entidad “tipo Volkswagen”, también, luego si las primeras han de ser ayudadas, las segundas han de ser incentivadas, porque aquellas deben continuar funcionado, al igual que deben hacerlo estas.

Tres comentarios finales. 1) realmente brillante el planteamiento de la compañía alemana: ha entendido que es un elemento esencial en el sistema y como tal ha decidido comportarse, 2) casos como este van a ir apareciendo, y cierto es que, junto a casos reales van a hacerlo fantasmas y aprovechados, 3) planteamientos como este abren caminos: de compenetración a múltiples bandas, de fusión (como en la cocina, como en la música) a múltiples bandas.

Desde nuestra perspectiva, desde nuestro actual punto de vista, puede gustar, o no, pero no hay alternativa. Pienso que ha ser al revés: en vez de cambiar el proceso (no va a cambiar), realizar los cambios necesarios para asumirlo. (¿Qué por que sé que no va a cambiar?, pues, por ejemplo, porque a pesar de su oposición frontal al Maquinismo, el artesanado fue barrido por la tecnología).

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.