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HABLANDO DE UN EURO DE VARIAS VELOCIDADES ¿POR QUÉ NO CREAR UN EURO VERSIÑ“N 2?

José Luis Martínez Campuzano - Lunes, 24 de Mayo

ilustracionQue conste que no comparto esta posibilidad. Lo que no quiere decir que no parezca intelectualmente interesante. Me refiero a un euro con dos velocidades, entre los países centrales y periféricos. En los últimos días me han planteado esta cuestión varios compañeros y clientes. ¿Por qué no crear un euro versión 2 que permita a los países ahora aquejados de debilidad del crecimiento, elevado déficit público y déficit exterior mejorar su competitividad a través de la deseada devaluación? Pero, claro, sin que ello suponga abandonar el euro. Veamos, ¿devaluación frente a quién? Si frente al resto del mundo siguen teniendo euro, sólo se utilizaría el euro versión 2 en los intercambios comerciales dentro del área. Al final, una devaluación frente a los países centrales. Considerando que el superávit por cuenta corriente alemán es equivalente al 6.6 % y el déficit por cuenta corriente español es del 3.7 % podría tener sentido. Pero sin olvidarnos que el déficit por cuenta corriente francés es del 2.5 % y el italiano del 1.7 %. Bueno, no entremos en detalles siempre complicados. Lo fundamental es convencer a las autoridades alemanas que hagan lo posible por favorecer la recuperación de su demanda interna y permitan que parte de su crecimiento "se pierda" al tirar del resto de los países con problemas. Que elijan entre actuar de este modo o financiar directamente el Ajuste de las finanzas públicas (y ajuste doloroso de sus economías). La tentación porque se inclinen por lo segundo es muy elevada.

De hecho, ¿es la devaluación una solución a los problemas de economías como la española? Ya no sólo hablar de que nos empobrece y supone mayores riesgos (inflación entre otros) no desdeñables. Claro el euro versión 2 se utilizaría sólo en el caso de los intercambios comerciales dentro del área, sin suponer mayores retos para la política monetaria. ¿O no es así? Me empieza a doler la cabeza.

Siempre he considerado la devaluación como un castigo, no un premio. Y mucho menos la Solución a un problema de competitividad. Con independencia de que también considere que es el sector exterior, no tanto la demanda doméstica, la que debe mantener la recuperación en un contexto de ajuste del excesivo endeudamiento de los agentes privados. Ahora también el sector público. Pero es complicado que esto se produzca con un moderado peso de las exportaciones sobre el PIB como el español y en un contexto de débil crecimiento económico a nivel europeo. Por no hablar de la dificultad que puede tener el ejecutivo alemán de favorecer su demanda interna cuando ya ha expresado el objetivo explícito de reducir antes de lo esperado su déficit público.

Pero, ¿y si de facto hablamos de dos monedas totalmente diferentes desde el euro inicial? Hace unos años se hablaba del mismo euro, pero diferente integración económica y política. Dos grupos de países, aquellos que defendían dar un paso adelante en la soberanía económica y aquellos que quedaban rezagados bien porque no podían o no lo deseaban. Ahora esta misma distinción se plasmaría en dos monedas diferentes, desde un único EUR inicial. Pero, ¿esto no supondría de hecho romper la EMU? Lo dicho, demasiado complicado. Y creo que las autoridades alemanas también lo verían así. Al final, probablemente se optaría por el camino más doloroso pero también más simple. Dinero para el Ajuste, pero condicionado al propio Ajuste. Y todo ello de forma transparente y controlada.

El euro sobrevivirá. Pero exigirá sacrificios de todas las partes. En este Proceso estamos.

José Luis Martínez Campuzano es Estratega de Citi en España