La Carta de la Bolsa La Carta de la Bolsa

“O TE ANTICIPAS A LOS MOVIMIENTOS DE LAS MÁQUINAS O NO TE ENTERAS DE QUÉ VA LA FIESTA”

Moisés Romero - Miercoles, 24 de Junio

ilustracionEs curioso observar que conforme pasa el tiempo aumenta el número de observadores que consideran que el análisis gráfico se ha impuesto en el corto plazo debido a la ausencia de flujo de órdenes ciertas, tanto de compra como de venta. Es una verdad a medias, dice los mejores operadores del mercado, porque si bien es cierto que los seguidores del análisis técnico o chartistas vuelven por su fueros no lo es menos el fuerte peso, en esta contienda, de los hedge funds, que utilizan una especie de híbrido entre el análisis técnico y su propia metodología basada en la ejecución de programas ad hoc. Lo que todo el mundo sabemos es que la programación de computadoras es el arte de hacer que una computadora haga lo que nosotros queramos. Pero lo que todo el mundo desconocemos es cómo introducir los programas de éxito en esas máquinas sin corazón y con mucha panza. En los manuales al uso se dice, en este sentido, que en el nivel más simple, la programación consiste en ingresar en la computadora una secuencia de órdenes para lograr un cierto objetivo. En este caso, el éxito en la Bolsa ¿Usted se atreve ahora que los mercados vuelven a ir de la mano, a subir y bajar en la misma proporción y al mismo ritmo?

“Sí lo sé. Un programa de computación es simplemente un conjunto de instrucciones que le dicen a la computadora cómo realizar una tarea en particular, en nuestro caso se trata de la formulación de movimientos a la hora de comprar y de vender valores, futuros u otras mercaderías relacionadas con los mercados financieros. Se trata de elegir de manera conveniente los ingredientes, las coordenadas, los pasos a seguir. Pones el programa en marcha y a dormir. Pero eso es fácil de describir, pero muy difícil de conseguir. No obstante, hay hedge funds a gran escalda e instituciones y particulares a menor escala, que fundamentan sus estrategias bursátiles en este proceder”, me cuenta un de los principales gestores de las Bolsa española.


“La primera vez que conocí este método basado en la Inteligencia Artificial (IA) fue en 1987, antes del crash. Un matemático parisino inventó un artilugio que dio mucho dinero a sus clientes durante dos años seguidos, con retornos del 250% un años y del 150%, otro. Al siguiente, al tercer año, lo perdieron todo, salvo los que cogieron los francos en el primero o el segundo año y tomaron las de Villadiego”, añade.

“Por qué retornos y pérdidas de ese calibre? Porque la IA se fundamentan en el fuerte apalancamiento y el uso desmesurado de derivados, entre otras fórmulas matemáticas. En la actualidad son muchos los observadores los que consideramos que éstos han sido causantes relevantes de los grandes desastres financieros. Mira lo que pasó en la crisis del rublo, cuando Rusia suspendió pagos. Un fondo de alto riesgo LTCM, gestionado por los prohombres de la época, la mayor parte con cargos anteriores en la Reserva Federal de Estados Unidos y en los grandes bancos de inversión, causaron la tragedia”, dice. 

“La historia, no obstante, se repite en la Bolsa y en otros centros financieros del mundo. Los grandes hedge fund y los mayores especuladores del mundo siguen recurriendo a los programas informáticos de última generación para comprar y vender acciones, commodities, divisas, productos o derivados financieros de cualquier íт­ndole. Lo peor en el mundo de la intermediación financiera es dejarse llevar por los sentimientos o por las creencias populares. Los ordenadores están al margen de estas cuestiones y, con frecuencia no caen en la precipitación, porque no saben lo que es el pánico, la exuberancia, el efecto manada. No obstante, en los últimos años, unos gestores han copiado a otros los programas, con lo que la IA comienza a estar muy contaminada, de tal modo que, con frecuencia, las máquinas actúan como los humanos, todas siguen las mismas pautas de actuación”, prosigue.

“Aquí y ahora manda está forma de proceder ¿Qué hay que hacer para tener éxito? Adelantarse a los movimientos de las máquinas, de los programas. Si no es así, no te comes una rosca y, lo que es peor, el mercado te puede llevar al precipicio, porque como te habrás fijado los movimientos al alza y a la baja son, casi siempre, a borbotones. No hay margen de maniobra. O te anticipas, o mueres”, finaliza.