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¿Qué modelo sanitario?

Santiago Niño Becerra - Martes, 04 de Mayo

Una joya: auténtica: imprescindible: un artículo firmado por la Consellera de Sanidad de la Generalitat de Catalunya, la Señora Marina Geli,ilustración y publicado en El País del 14.04.2010, en sus Págs. 20 y 21; insisto: im-pres-cin-di-ble, pero hay que leerlo con muchísima calma, y con un lápiz en la mano para ir subrayando y poder releer. Es muy denso, muy cóncavo, pero en él se detalla el futuro del modelo sanitario español, pero no sólo. Algunas ideas que se desprenden del texto:

- Admisión de que el gasto sanitario per cápita en España (y en Catalunya) es más reducido que la media europea, pero asunción implícita de que jamás alcanzará esa media europea actual debido a la realidad de hoy y a la evolución de esa realidad.

- Aceptación y constatación de la idea de que existe un desequilibrio entre envejecimiento de la población, juventud de la inmigración y precio de la tecnología sanitaria, un desequilibrio que tiene consecuencias económicas profundas.

- Mantener la universalidad de la atención sanitaria, aunque una atención situada en mínimos: ajustando los servicios a los recursos de que se disponga; ajustando, con todo lo que el vocablo significa.

- Introducir el copago, bien a través del pago directo al recibir un servicio en el sistema, bien a través del fomento de las sociedades sanitarias privadas a través de la desgravación fiscal de los importes gastados en sanidad. Es decir, quien más renta tenga mejor tratamiento sanitario tendrá, quienes tengan menos renta serán atendidos pero tendrán que pagar.

- Introducción como criterio en el pago -¿copago?- sanitario (medicinas, servicios, ...) de la renta personal: a más renta más contribución al servicio sanitario público.

- Responsabilización de la ciudadanía de su salud: cada persona debe ser responsable de su estado de salud y debe contribuir a que sea lo mejor posible, es decir, introducción del principio de que “cada palo que aguante su vela”; de lo que se deduce que si una persona come lo que no debe y lo que no se debe, bebe lo que no es conveniente y lo que no le conviene, etc., esos actos tendrán consecuencias.

- Ir planificando la necesidad de profesionales en función de los requerimientos de cada momento y, por lo anterior, de la disponibilidad de recursos; es decir, adecuar el coste de personal a las necesidades y disponibilidades (eso, entiendo, tan sólo puede conseguirse con la contratación temporal de parte del factor trabajo que se prevea vaya a ser necesario, tal vez y en algunos ámbitos, con la de figura del “fijo discontinuo”, pero no con la clásica contratación indefinida a tiempo completo).

- Responsabilización de los profesionales sanitarios en la gestión de sus áreas, no sólo “curando a gente” sino involucrándose en los objetivos y en el gasto. Muy sutilmente se introduce la idea de que parte de la remuneración podría ser variable y vinculada a objetivos. También aquí es un “que cada palo aguante su vela”.

A lo que se apunta es a una mezcla del sistema USA y británico, garantizando y asegurando unos mínimos a todo el mundo, pero unos mínimos que serán los que en cada momento puedan ser en base a la evolución de unos recursos que se presumen escasos; por ello, todo el mundo tendrá que contribuir y complementar la atención sanitaria en función de lo que pueda y quiera pagar.

Entiendo que muy mal deben estar las cosas para que alguien como la consellera de una región de genera el 18% del PIB de España haya firmado un artículo en el que se cuenta, se explicita, se detalla todo esto; muy mal.

(Me preguntan distintas personas en qué punto de la precrisis nos encontramos; pienso que lo más descriptivo que puede decirse es que el BCE acepte como operativo un bono basura: la deuda griega. Esto tiene dos lecturas: 1) que ya da exactamente igual la calidad del papel que se tenga / se presente: lo importante es llegar a mañana, 2) que la norma ha pasado a ser aceptar lo que sea y, obviamente, a quien sea: si a Grecia se le ha aceptado un bono basura, a cualquier miembro del euro se le aceptará. ¡Tremendo!. Ya no hay suelo, por eso todo ya da lo mismo).

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.