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Aval

Santiago Niño Becerra - Lunes, 08 de Junio Hay algo de lo que la población no se da cuenta o, al menos, no se da cuenta con la presteza con la que debería darse cuenta: los políticos, en campaña, dicen unas cosas que recogen en un programa, luego, si ganan, cumplen algunas de esas cosas y otras no, de eso alguna gente se da cuenta; pero lo que casi nadie percibe es que esos políticos que ganan las elecciones y pasan a formar el Gobierno, toman una serie de medidas -cuyo coste puede ser monstruoso- de las que no dijeron absolutamente nada en su campaña, son medidas tomadas al margen de la ciudadanía, medidas que son justificadas por esos Gobiernos, claro, pero medidas sobre las que los votantes no pudieron pronunciarse y sobre las que nada pueden decir.

Si jugamos a ser demócratas, pienso que debemos mantener las reglas, máxime cuando ese tipo de decisiones supone que unos ingresos menguantes, como lo son hoy los ingresos públicos, sean gastados en unas cosas decididas ahora, y tenga que reducirse el gasto, o eliminarse, en otras sobre las que sí se pronunció la ciudadanía y, tal vez, cosas que contribuyeron decididamente a que ese partido ganase las elecciones.

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El Ministerio de la Vivienda está considerando dedicar seis miles de millones de euros a avalar el 50% del crédito para la compra de viviendas de protección oficial a familias a las que una entidad financiera les solicite un nivel de aval que no puedan presentar. Pienso que este tipo de decisiones se encuadran en lo anteriormente dicho.

Ojo, ni estoy viendo el tema desde una posición política determinada ni estoy negando el principio de que toda persona debe tener derecho a una vivienda, lo que no acepto es que un Gobierno -cualquier Gobierno- decida sobre unos fondos que están formados con “el dinero de todos”, sin que esos todos hayan podido pronunciase nunca sobre el tema; y no, no me sirve el que unas parlamentarias y unos parlamentarios elegidos por la ciudadanía van a poder opinar: cuando esos miembros del Parlamento fueron elegidos, de la posibilidad de avalar con seis miles de millones a familias para que comprasen una vivienda nadie dijo ni pío.

Porque, vamos a ver, en el fondo, fondo, ¿quién sale beneficiado?, pues el beneficiario del aval, que no es otra que la entidad prestamista. Se van a dedicar seis miles de millones a cubrir posibles impagos de las cuotas crediticias que puedan realizar personas a unas entidades financieras que les hayan concedido unos créditos, OK, y, ¿por qué no se destina ese aval a resolver carencias históricas que tiene la sanidad española?, ¿o a reducir la pavorosa tasa de fracaso escolar de la que goza España?. ¿Es porque la vivienda genera más PIB que la sanidad o la educación, o es por alguna otra razón?.

Se van a avalar unas cantidades, ¿a cualquier familia que deseé adquirir una vivienda de protección oficial y que cumpla los requisitos para acceder a ella?, porque claro, hay casos y circunstancias muy distintas, muy diferentes,  ¿van a ser tenidas todas en cuenta?, de no tenerse todas en cuenta, ¿por qué unas sí y otras no, o lo serán todas?.

Y las compañías aéreas: también ellas quieren ayudas. Digo lo mismo que dije cuando el precio del combustible se puso por las nubes el pasado año y todos los subsectores comenzaron a solicitar ayudas para su consumo de combustible: y a mi, ¿quién me ayuda?.

Se están tapando agujeros, lo que, pienso, es un error, pero además, continúo pensando, se están tapando con criterios equivocados.

El pueblo sirve para producir cuando es necesario que produzca, para consumir lo que es conveniente que consuma, para pagar los impuestos que debe pagar, para votar cuando debe votarse, para procrear, ..., y, ¿para qué más sirve el pueblo?.

(Como en el chiste, solo que esto no lo es: ¿saben cuál es, en términos económicos, el colmo de los colmos?, pues ... replicar tu propio dinero. “Querrá decir falsificar dinero”, dice el del fondo. ¡No!, en China, tras repicar Rolex, Chanel, Montblanc, Guzzi, y hasta el agua Evian, ahora replican su propia moneda: me lo contó hace un par de días alguien que conoce el país en profundidad. Según me ha dicho, en la calle se dice que ni se sabe la cantidad de billetes de valor nominal mayor de 10 yuanes que no son auténticos (en los casinos de Macao comprueban uno por uno con un sistema laser).

Es falsificar moneda, claro, pero es más que eso. La economía china se halla muy resentida por el impacto que ha tenido el derrumbe de sus exportaciones, pero, además, quienes saben de que va el tema (menos que aquí: es una dictatura, ¿recuerdan?), están asustados -y dolidos- por el valor a la baja de los papeles USA que en su día compraron (para financiar lo que USA les compraba, pero bueno). Lo más gordo del tema es que la gente acepta ese dinero replicado porque no puede aceptar otra cosa (lo que se dice en la calle: si das un billete grande, exige el cambio en billete muy pequeño o en moneda de metal: los billetes de valor nominal bajo no se replican porque no es rentable hacerlo; y como en los bolsos de Bulgari: hay calidades: existen buenas y malas réplicas).

De ser cierta sólo la mitad de lo que se cuenta, ¿se imaginan la situación?. Una oferta monetaria en metálico real y otra, paralela, replicada, con un escenario de actividad económica a la baja plagado de empresas endeudadas hasta el tejado, con pedidos a la baja o sin pedidos, y en muchos casos, con el Estado detrás inyectando dinero porque el Estado es partícipe de esas empresas; y eso está sucediendo en una economía que posé 1,5 billones en papeles USA. No se como lo ven).

¿Se podrá aguantar mucho más?. La morosidad: ¿se es consciente de que cinco trimestres después de iniciada la precrisis la morosidad total: bancos más cajas -¿morosidad o morosidad más impagadosidad?- más que duplica lo-que-sea-equivalente a la recesión de principios de los 90?. Pero no pasa nada porque “España tiene un sistema financiero fuerte” (El Presidente del Gobierno en TVE el pasado día 5; El País 06.06.2009, Pág. 24), aunque se va a arbitrar un fondo de ayuda a entidades financieras con problemas.

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




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