La Carta de la Bolsa La Carta de la Bolsa

Ayer

Santiago Niño Becerra - Miercoles, 05 de Enero Si, ya saben: "Yesterday growth was such an easy game to play ..." (con permiso de John Lennon y Paul Mccartney, naturalmente). ilustración

Me preguntaron ayer:  “¿Podemos acabar el 2010 con una inflación del 3%?”. Podemos, pero ¿será real?. Vamos a ver, ¿es la demanda española de bienes y servicios superior a la oferta de servicios y bienes para que se justifique tal inflación?. De ese porcentaje al que apuntamos deduzcan los impactos que han tenido los aumentos en los precios de las commodities, en particular el petróleo, sí, pero no sólo: deduzcan el efecto que han tenido las especulaciones en metales y minerales; y deduzcan el impacto del incremento de impuestos indirectos y especiales; ¿qué queda?.

“¿Vamos hacia la estanflación?” me preguntó alguien ayer. Sigo pensando que nos dirigimos hacia la deflación, no hacia caídas de precios durante varios trimestres como ya vivimos en el 2008 y en el 2009, sino a caídas de actividad que llevarán a un aumento del desempleo y a caídas de las remuneraciones totales medias que supondrán disminuciones en las escasas capacidades de endeudamiento de una población ya endeudada, lo que desencadenará caídas de precios; eso es una deflación: una situación deflacionaria: todo lo que es susceptible que baje, principiando por la actividad económica.

Otro alguien me preguntó también ayer: “¿Voy a perder poder adquisitivo?”. Evidentemente sí, respondí. Las rentas medias ya están bajando: los pluses están descendiendo o han desaparecido, las horas extras son un recuerdo del pasado, menores incrementos salariales junto a una mucho mayor dificultad para acceder al crédito de plástico (las entidades financieras llevan meses reduciendo los límites de las tarjetas: temen que la gente no pueda pagar lo que debe) llevan a menos dinero-en-el-bolsillo para consumir: para adquirir.

Pero a lo anterior se añadirán subidas de impuestos: IVA, básicamente, e impuestos especiales: lo habrán oído: ya se está hablando (¿sondeando?) de una subida del IVA al 20%, y empieza a oírse el 23%: recuerden que IVA se está pagando en Portugal, y no olviden el último informe de la OCDE sobre “la economía española”. Además, con el desempleo del factor trabajo tendiendo al alza, ¿qué puede esperarse de la evolución de los salarios?. De la evolución de esos salarios, ¿qué puede esperarse con cláusulas como las de descuelgue y no aplicación de lo pactado en los convenios cuando la empresa muestre caídas esperadas en sus ingresos?. Por descontado: el poder adquisitivo de la población va a caer. 

“Pero Alemania va bien”, me dijo un tercero. Si nos fijamos en los números en Alemania se ha operado un supermilagro: en dos años el PIB ha variado más del 8,5%: de decrecer casi el 5% en el 2009 pasó a crecer el 3,7 el año siguiente: ¿estamos ante el Segundo Milagro Alemán?. Pienso que no, en absoluto, más aún, ya saben lo que pienso: que Alemania va a ser una de las economías que más va a sufrir en esta crisis sistémica que acabamos de comenzar.

El 50% del PIB alemán lo generan las exportaciones, es decir, Alemania crece si le compran, y el 40% de lo que le compran se lo compra el resto de la UE. La economía alemana se ha beneficiado del euro, de su debilidad, y de los planes de estímulo que en mayor o menor medida pusieron en marcha todos los países, ¡y suerte que tuvo que pudo aprovecharse!, pero, ¿se imaginan que va a suceder en la economía de Alemania cuando empiecen a tomar forma las estrategias de recorte, las subidas de impuestos y las pérdidas de poder adquisitivo que Gobiernos de todas partes están implementando y que poblaciones de todos los lugares ya están experimentando?.

Alemania ha podido poner en marcha el Modelo Alemán: a las empresas les ha sobrado X horas de las jornada de un porrón de trabajadores y el Estado se las ha pagado, por lo que el desempleo no ha subido y esas empresas han podido continuar disponiendo de un factor trabajo que necesitaban debido a que ... lo que fabricaba era de calidad y era demandado básicamente fuera: sin esas exportaciones el exceso de capacidad productiva alemana sería de dimensiones bíblicas, porque el consumo interno es bajo: recortes sociales impuestos por la Agenda 2000 (diseñada por un Gobierno Socialdemócrata, ¿les suena?; y con una oposición Cristianodemócrata en silencio, ¿les sigue sonando?), congelaciones salariales impuestas a cambio de que el desempleo no aumentase, y el 12% de la población ocupada con un salario de 400 euros; en Alemania, si, en Alemania. ¡Ah!, y la tasa de temporalidad aumentando. ¿Qué va a suceder en la economía alemana cuando el resto del mundo reduzca las compras que le hacen?.

Y también ayer me preguntaron: “¿Crees que nos acabaremos jubilando a los 67 años?”. Fui muy parco: según quien, sí; según quien, no; y añadí: pienso que el futuro de la jubilación va a ser muy diferente a lo que hemos vivido. Lo que hemos visto ha sido gente, población activa, que llegaba a una edad e interrumpía completamente su actividad, eso, pienso, se acabó. Pasaremos a una triple realidad: por un lado, personas que estarán trabajando hasta que se mueran, algunas porque son supernecesarias, auténticas genias en lo que hacen, y a quienes encanta hacer lo que hacen; y otras que tendrán una remuneración tan baja, tanto, que tendrán que seguir maltrabajando para subsistir.

Por otro personas que trabajarán cuarenta horas al día hasta una edad más bien temprana y luego se jubilarán escalonadamente desempeñando tareas de asesoría y enseñanza durante prácticamente el tiempo que les reste de vida; serán personas cualificadísimas y megaproductivas. Por otro más personas que estarán siempre jubiladas porque nunca serán necesarias, personas que subsistirán por medio de subsidios básicos y que, ocasionalmente, desarrollarán tareas complementarias de muy bajo valor y remuneradas con importes muy reducidos. O sea que eso de los 67 años ...

Y ayer, si: una amiga brasileña que reside en Brasil. Es economista, ocupa un cargo directivo en temas de asesoría comercial y conoce el país en profundidad. Me comentaba en un mail en relación a los ocho años de Gobierno de Lula; no he cambiado ni una coma: “En 8 años de gobierno, es verdad que mucha gente ha dejado de estar hambrienta, y muchos otros dejaron de trabajar porque les sabe mejor recibir la pensión del estado. Muchas mujeres pobres tuvieran más hijos porque tienen pensión adicional por cada hijo. La deuda del estado ha triplicado en estos 8 años… pero enfin, es por ahí que vamos, y hasta quando?...”.

(Y aquí la venta de automóviles bajando. ¡Pero como no va a bajar con un paro de más del 20%!. ¡Cómo no va a bajar si el 70% de los automóviles se vende a crédito!. ¡Cómo se van a comprarse coches si tan sólo el 7,8% de los contratos laborales firmados en Diciembre son indefinidos! (la Reforma Laboral era para “luchar contra la temporalidad”, ¿recuerdan?. Y en línea con eso, también ayer, el Gobierno del reino dijo que el 2010 fue el último año de la crisis para el empleo. ¿Cuántas veces ha dicho cosas parecidas en los últimos tres años, y cuantas veces, como en esta ocasión, la oposición ha respondido con el silencio?).

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




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