La Carta de la Bolsa La Carta de la Bolsa

BANCOS, UN DETERIORO ECONÑ“MICO MAYOR LOS PUEDE DEJAR SIN MUNICIÑ“N PARA CUBRIR LA MOROSIDAD

Redacción - Miercoles, 13 de Octubre ilustracionAlberto Cañabate Invertia.com Los expertos apuntaron a que 2010 iba a ser el año más difícil para la banca, aunque quizá midieron mal el alcance de la crisis. Las provisiones genéricas, colchón que la banca conforma en la época de bonanza para futuros imprevistos, están bajo mínimos, por lo que o el ciclo económico da un vuelco de 180 grados, o la mora dañará mucho más los resultados de bancos y cajas. El Banco de España estableció en el año 2000 que las entidades tenían que guardar en la hucha un dinero para cubrir futuros impagos crediticios. Estas provisiones anticíclicas han permitido a bancos y cajas soportar mejor la cuenta de resultados. Aunque tras más de dos años de crisis, el colchón se ha quedado sin plumas, por lo que todo apunta a que en 2011 sólo dispondrán de sus ingresos comunes para sanear los créditos. Esto significa que la cuenta de resultados sufrirá más estrés en los próximos trimestres, más aún con la aplicación de la nueva circular del BdE (3/2010 del 29 de junio), que obliga a provisionar en un solo año el préstamo que pase a calificarse como dudoso. A cambio, los bancos no tendrán que sanear el 100% del crédito, ya que al colateral que lo respalda (piso, suelo, nave industrial) se le reconoce un valor concreto.

Banesto, una entidad que se ha caracterizado en la crisis por presentar unas cuentas mejores que la competencia, lanzó la semana pasada el primer aviso en presentación de resultados. La entidad tuvo que destinar 128 millones de euros a provisiones específicas (las que cubren el crédito moroso de forma efectiva) debido al impacto de la nueva regulación en su cartera de créditos morosos.

Ese dinero salió de las provisiones genéricas, que debido a este impacto y el consumo habitual del banco (100 millones al trimestre), se redujeron por debajo del umbral exigido por el supervisor. De este modo, Banesto se vio obligado a desplazar 183 millones de sus resultados a la provisión genérica. En un año, el banco ha reducido su colchón de 652 a 370 millones, y eso que su mora (3,8%) es de las más bajas.

José García Cantera, consejero delegado del filial de Santander, fue un poco más allá. En un acto de sinceridad poco común en los directivos bancarios, admitió que los requerimientos de provisiones serán mayores en 2011 debido a que la nueva regulación establece un calendario más corto. “Ese juego nos va a dictar si el año que viene tenemos más o menos provisiones”, dijo Cantera.

A esto añadió una previsión poco optimista para el próximo ejercicio debido a un escenario macro que no termina de ver la luz. Sin crecer y con más paro, explicó Cantera, es difícil que baje la mora a corto plazo. “Puede empezar a mejorar doce meses después de cuando mejore la economía [...] Es posible que en algún momento del año que viene veamos el pico de morosidad”.

En una conferencia reciente, Alfredo Sáenz, consejero delegado de Santander, advirtió a que “el problema de la economía española no es el ajuste sino el crecimiento”, recogen las agencias. “Esta es la gran cuestión, éste es el centro de los debates, cómo conseguir el crecimiento. Este es un problema más complicado, porque es un problema de modelo”. Los expertos prevén una caída del PIB para este año y un crecimiento casi plano en 2011.

Los analistas de BPI ven cuatro variables fundamentales que presionarán las cuentas de resultados de la banca en 2011. Por un lado, el incremento de los costes de financiación y la caída en la actividad crediticia. Por otro, el aumento de la morosidad y, como no, el menor uso de las provisiones genéricas debido a que están muy cerca del mínimo regulatorio exigido.

“Potencialmente, las provisiones genéricas pueden ser un tema fundamental para la banca el año que viene, la mora sigue subiendo y te puedes quedar sin munición”, comenta a este portal un analista de un banco extranjero que prefiere guardar privacidad. “La clave es qué va a pasar con la mora en el futuro [...] desde luego [la genérica] es un tema a tener en cuenta”.

Otro experto que prefiere mantener el anonimato explica que “el gran riesgo [para la banca] es que se coma toda la genérica en 2010 y llegue a 2011 con una mano delante y otra detrás”. Este analista explica que “los grandes bancos lo podrían aguantar, pero Sabadell, por ejemplo, ha sacado dinero este año de debajo de las piedras” para reforzar el colchón de genérica.

La fuente consultada considera que se puede plantear un escenario muy negativo para los bancos sin la economía no arranca y los volúmenes de negocio no crecen, lo que implicará una rentabilidad muy baja para los bancos. Sin olvidar, claro está, la caída en el precio de los pisos. “Los bancos podrían tener muy poca visibilidad de ingresos”, añade este experto en el sector financiero.

Santiago López, analista de Credit Suisse, asegura en un informe que el problema de los impagos “está lejos de acabarse”, y cree que los datos que dan los bancos “no reflejan del todo los riesgos asociados a la cartera”. Para este experto, la supuesta estabilización de la mora se debe a las refinanciaciones de créditos, que “retrasan el reconocimiento potencial de las pérdidas”. En algunas entidades, la exposición al crédito promotor representa el 4% del core capital (capital que mejor absorbe pérdidas).

El sector financiero español cuenta con una provisión genérica en su conjunto de 18.800 millones de euros (-39% en dos años). “Al ritmo actual”, explica Santiago López, “muchas instituciones se quedarán sin genérica en los próximos trimestres, lo que les forzará a incrementar las provisiones contra resultados pese a que se reduzca el ritmo de incremento de la morosidad”.

Daragh Quinn, analista Nomura, anticipa que las provisiones adicionales que exige el Banco de España, combinado con un empeoramiento de los márgenes y la calidad de los activos, pesarán en los resultados de los bancos españoles en el tercer trimestre. “Banesto cree que la mora podría tocar máximos a finales de 2011, pero sólo si no existe un deterioro mayor de la economía”.




[Volver]