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Carbón

Santiago Niño Becerra - Miercoles, 25 de Agosto La Comisión Europea ha decidido prolongar hasta el 2014 las ayudas a las minas "no rentables" de carbón.ilustración El razonamiento dado es toda una declaración de intenciones.

“(Cerrar ahora las minas tendría) “terribles consecuencias sociales y económicas en un momento en que los países se encuentran sumidos en una recesión o apenas saliendo de ella”” (El País 21.07.2010, Pág. 21). Pero la cosa va más allá: los fondos que esas explotaciones vayan recibiendo hasta dicho año “deben dirigirse de forma creciente a sufragar los costes sociales y ambientales del cierre”. (Misma fuente).

Hablar del carbón en España, aunque no sólo, es hablar del carbón asturiano, y de eso ya hemos hablado, pienso que es interesante analizar el alcance de los dos razonamientos más arriba reproducidos.

Vayamos al final: “Las minas de carbón no rentables no las cierran ya porque las cosas ya están suficientemente mal: si ahora se cerrasen el impacto -sobre la economía de la región, sobre la economía del país- sería mucho más elevado que si cierran cuando las cosas no van tan mal; pero cerrarán, seguro, ineludiblemente, y van a cerrar porque deben cerrar, porque es imposible que sigan abiertas ya que sólo son viables con subvenciones”. ¡Tremendo!, porque es una sentencia, porque marca una tendencia.

No se busca solucionar nada porque nada hay que solucionar. La lectura del acuerdo, entiendo, continúa diciendo: “Las minas han de cerrar, porque no pueden ser más productivas de lo que ahora son, porque la oferta de carbón es superior a la demanda, porque no hay fondos para subvencionar actividades no rentables, porque cada palo ha de aguantar su vela, porque los follones políticos que puedan derivarse de este cierre ya han perdido mucha importancia; y ya, ya: esa población ocupada que se va a quedar en la calle difícilmente va a encontrar otra ocupación, por edad, por la caída de la actividad en general, por excesiva especialización, porque cada vez menos factor trabajo va a ser necesario; y sí, la tasa de desempleo aumentará, o la de prejubilaciones, que le vamos a hacer; por eso les vamos a continuar dando pasta durante cuatro años más, durante los peores años de la crisis, para que vayan montando algo, para que vayan haciendo lo que sea a fin de mitigar el problema que se va a poner de manifiesto en el 2014”.

Lo que sucede es que es inevitable pensar en las zonas mineras, en Asturias, aunque no sólo, en el proceso de industrialización español, en el proteccionismo vivido, en aquello que se creía: “todo es posible”. Las minas no rentables, los automóviles no vendibles, el turismo con menos posibles, el “ladrillo enmascarado”. ¿Qué alternativas van quedando para ocupar a 23 millones de personas? (y subiendo); pienso que pocas, muy pocas.

Carbón: lo que traen los Reyes a quienes no se han portado bien, ya.

(Decían que todo iba sobre ruedas -aquí más que allá, pero bueno- sin embargo un déficit en Alemania ha servido para dar con todo al traste, ¿cómo es posible?, ¿cómo es posible que una economía con un crecimiento galáctico (?) haya tenido el déficit que han tenido las cuentas alemanas?, pues porque aquel crecimiento fue fruto de lo que fue y el déficit es una infección que va carcomiendo los interiores si no es tratada convenientemente. El crecimiento alemán fue consecuencia de las ayudas propias y ajenas que se tradujeron en exportaciones, pero la situación es la que es y aquellas ayudas han traído estos déficits: entre los ingresos fiscales y los gastos públicos hay una diferencia: la Sra. Merkel, ¿recuerdan?: no quiere levantar el pie de la cizalla del recorte: sabía lo que iba a pasar: muchos lo saben.

¿El déficit alemán?: casi 43 miles de millones; el ahorro al que quiere llegar Frau Merkel?: 80 miles de millones; ¿alguien quiere decir el voz alta lo que viene ahora?.

El problema hoy ya ha dejado de ser el agotamiento de la capacidad de endeudamiento: se da por asumida; ni el exceso de capacidad productiva sobre la de consumo: también se da por asumido; ahora el tema ya está en la segunda fase -por eso ya ha comenzado la crisis: la primera fase fue la de precrisis-: los Estados no ingresan lo que precisarían y ya no pueden gastar en más anfetas, luego tienen que hacer ahorrar a sus ciudadanías ofreciendo muy poco a cambio.

Complicado, y para Alemania, más: está acostumbrada a viajar en Business.

Por cierto: ya se están empezando a utilizar conceptos como “inexplicable” y “extraño”, por ejemplo para comentar la subida que el Lunes experimentó el Ibex. ¡Huy, huy, huy, ...!).

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




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