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“MUCHAS NOCHES ME HA DESPERTADO LA PESADILLA DE UN COLAPSO GLOBAL. CREO QUE ESTÁ CONJURADO ¿CÑ“MO?.

Moisés Romero - Lunes, 01 de Febrero ilustracion"En los dos últimos años y medio han sido algunas, quizá demasiadas, las noches que he pasado en vela y, otras tantas, las que me he visto sacudido y despertado por la pesadilla, el miedo a un colapso global de las Bolsas. El colapso ha llegado a producirse en algunos momentos, en los primeros compases de sesiones colmadas de pánico durante 2008 y los primeros compases de 2009. Pero la actuación conjunta de los bancos ha ido conjurando el peligro hasta que el mercado se dio la vuelta el 9 de marzo del año pasado para desarrollar el Gran Rebote. Esa es ahora mi duda ¿está conjurado el peligro? ¿es posible un colapso global de los mercados? Considero que el peligro está conjurado a medias y que el colapso, como tal, será evitado en todo momento por los grandes bancos centrales. Apuesto, no obstante, por que habrá paradas técnicas en muchos mercados y países, como si se tratara de la pesca de la anchoa. También, que abundarán los defaults o, si se prefiere, el aplazamiento de pagos por parte de países, comunidades autónomas, empresas de solvencia reconocida (hasta que deje de serlo). Los tipos de interés 0 han creado enormes burbujas. La deuda soberana es una. Los países emergentes, otra. Bolsa, oro y algunas commodities siguen la misma estela...", me ha comentado este fin de semana uno de los grandes observadores de la realidad bursátil nacional y mundial.

Por eso busco lo último que se ha escrito y dicho alrededor de este fenómeno, el colapso: “debe existir una clara responsabilidad reguladora, centralizada en una institución global, la Consumer Financial Protection Agency (CFPA), un principio especialmente importante para las firmas más grandes y más interconectadas. “La regulación de las firmas más grandes y más interconectadas requiere una tremenda capacidad institucional, claras líneas de autoridad y un punto único de responsabilidad. Se debe reformar el sistema financiero para que sea capaz de absorber por sí mismo los “shocks” y capear las quiebras sin causar un colapso masivo, para lo que es necesario un esfuerzo en cuanto a los requerimientos de capital y una internalización de los riesgos por parte de las entidades…”
http://www.lacartadelabolsa.com/index.php/archivo/articulo/bancos_los_grandes_tambien_pueden_quebrar/

En este corolario, a finales del año pasado el banco francés Société Générale advertía a sus clientes en un informe titulado “El peor escenario de deuda” del riesgo de un “colapso económico global” en los dos próximos años que arrastraría a la economía a un escenario “a la japonesa” como consecuencia de la transferencia de los problemas del sector privado a la esfera pública y del incremento del gasto de los gobiernos, especialmente por el envejecimiento de la población, aunque recuerda que el escenario central que maneja la entidad es el de una “lenta recuperación”. No obstante, los autores del informe afirman que “a estas alturas todavía nadie puede afirmar con certeza que hemos escapado de la posibilidad de un colapso económico global (...) con consecuencias impredecibles. Creemos que el mayor peligro ya ha sido superado, pero reconocemos también que el precio de nuestra salvación aún no ha sido pagado al completo”. Este peor escenario posible en el que tendría lugar una (no) recuperación “a la japonesa” implica una persistente deuda pública, anemia económica, bajos tipos de interés y debilidad en los mercados de renta variable. “No calificaríamos la expansión de la deuda pública como “burbuja”, aunque pensamos que supone una amenaza para el crecimiento económico futuro al restringir la libertad de gasto y requerir potenciales subidas de impuestos que podrían lastrar el consumo”, señala el informe, que asume un débil crecimiento del PIB, o incluso nuevas caídas, como consecuencias del periodo de desapalancamiento necesario según la tesis de este escenario pesimista.

Bajo estas premisas, la entidad gala maneja el riesgo de entrada en una “espiral deflacionista” como consecuencia del elevado nivel de paro y la caída del consumo, lo que a su vez implicaría más bajadas de precios.

Asimismo, los analistas de SocGen esbozan la posibilidad de que el mercado inmobiliario de EEUU deba enfrentarse a una segunda ronda de ejecuciones hipotecarias, lo que desencadenaría una nueva oleada de depreciaciones en el balance de los bancos y más déficit para las cuentas públicas por la transferencia de deuda desde las entidades a los estados vía nuevos planes de rescate.

“Bajo este escenario, los bancos centrales adoptarían metodologías empleadas ya en Japón en la década de los 90, como reducir los tipos de interés a cero para combatir la deflación, y continuarían aplicando políticas monetarias “heterodoxas” como el alivio cuantitativo para hacer frente a la destrucción de capital” apunta SocGen, que subraya que el objetivo en este escenario pesimista sería evitar la depresión, aunque el incremento de la deuda pública recortaría el margen de maniobra de los estados y sería una fuente de futuros problemas.

De este modo, los analistas de SocGen afirman que “hay que esperar lo mejor y prepararse para lo peor” y diseñan una estrategia defensiva en la que apuestan por desprenderse de dólares y acciones europeas, invertir en valores defensivos como “utilities” y “telecos”, mientras que señalan las materias primas, especialmente las relacionadas con productos agrícolas y metales preciosos, como las opciones más rentables a la hora de enfrentarse al debilitamiento del dólar y el posible mantenimiento de la demanda por parte de países emergentes, particularmente China.

Hay más. “Algunas economías emergentes están en riesgo de caer en movimientos incontrolables de capital y de acumulación de reservas”, ha advertido el economista jefe del Fondo Monetario Internacional, Olivier Blanchard. Estos países tienen tasas de interés que son más altas que las de los países desarrollados y presionan más sobre sus tipos de cambio. Sólo podrá ser difícil para Brasil ver apreciarse al real cuando el yuan se esté debilitando frente al dólar, agregó. El funcionario del FMI dijo que los países se están moviendo hacia una mayor diversificación en sus reservas de moneda extranjera. Esto es deseable, pero no llevará a un colapso del dólar, señaló.

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Moisés Romero




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