La Carta de la Bolsa La Carta de la Bolsa

EL SUELDAZO DE LOS EJECUTIVOS CAUSA ALARMA BURSÁTIL EN LA COYUNTURA ACTUAL

Moisés Romero - Miercoles, 28 de Mayo ilustracionHay hechos que ocasionan alarma social y las Autoridades correspondientes las acotan. En la coyuntura bursátil actual, uno de los asuntos que más desazón genera es el referido a los sueldos de los ejecutivos, sueldazos en toda regla. Cuando se releen los diferentes capíт­tulos de los bancos de inversión anglosajones, suizos y alemanes que han entrado en barrena, uno encuentra que la ambición desmesurada de los ejecutivos bancarios y la coparticipación de muchos empleados en bonos y sueldos extras han estirado la cuerda al máximo, hasta que se ha roto. Warren Buffet, a su paso por Madrid, recalcó este asunto. Antes, no obstante, ya lo habíт­an denunciado instituciones como el Banco Central Europeo o la Autoridad de los Servicios Financieros (FSA, en ingles) del Reino Unido, que ha anunciado que tendrá en cuenta las bonificaciones extraordinarias -retribución variable o bonus- que reciben los banqueros del paíт­s a la hora de evaluar la exposición al riesgo de las entidades. Hay una idea creciente de que los planes de incentivos han derivado en un fomento excesivo del riesgo a corto plazo, lo que habríт­a alimentado la crisis crediticia mundial.

El primer ministro luxemburgués y presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, ya arremetió hace tiempo contra las remuneraciones “sin líт­mite” de los altos ejecutivos empresariales, que contrastan con la exigencia de “moderación salarial” que se dirige a los trabajadores, y pidió un debate sobre la “distribución de los beneficios” que está generando el actual momento económico. “Los trabajadores ven como se les invita a la moderación salarial mientras que otros actores de la vida económica y social reciben remuneraciones sin líт­mite”, lamentó Juncker en una comparecencia ante la comisión de Asuntos Económicos de la Eurocámara. Los parlamentarios de esta comisión aprobaron precisamente este miércoles un informe en el que se subraya la necesidad de una distribución más justa de los beneficios del crecimiento y se pide “una mayor vigilancia de los paquetes de remuneración y las primas en los niveles superiores, que tienden a crecer de forma desproporcionada en comparación con los niveles salariales normales, enviando asíт­ señales equivocadas y desalentando el apoyo a una políт­tica salarial responsable”.

En España, a mediados de diciembre pasado, la Comisión Nacional del Mercado de Valores publicó que el código de buen gobierno está todavíт­a muy lejos de aplicarse en las compañíт­as españolas que cotizan en Bolsa. Sólo nueve de las 35 empresas del Ibex publican información individualizada sobre las remuneraciones de sus consejeros. Además, sólo 28 de las más de 170 sociedades cotizadas en España -junto a 43 cajas de ahorros y 20 emisoras de renta fija- ofrecen esa información, en lo que supone un incumplimiento del denominado Código Conthe. El estudio aseguraba que la políт­tica de retribuciones del consejo y los altos ejecutivos “sigue sin someterse” a la junta de accionistas. Ni siquiera con carácter consultivo.

Los sueldos de la cúpula de las empresas cotizadas crecen como la espuma. La retribución media de los consejeros ejecutivos creció un 33% en 2006, hasta situarse en 253.000 euros debido fundamentalmente al ejercicio de derechos de opciones sobre acciones y de los salarios variables en función de objetivos. Una referencia importante: de acuerdo con los datos de la Agencia Tributaria, el sueldo medio en España en 2006 se situó en 16.840 euros, con un alza interanual del 5,2%. Hay más. Respecto a los blindajes, 20 entidades manteníт­an en 2006 líт­mites estatutarios al ejercicio de los derechos de voto, sólo dos menos que en 2005.

Más datos para que cunda la alarma bursátil. En la Bolsa española, como ya se ha visto en Wall Street, se da un hecho curioso. Suelen ganar más aquellos consejos que menos acciones representativas del capital tienen, y al revés. Muchos tienen la osadíт­a, además de comprar una (1) sola acción cuando se incorporan a un consejo. Es un gesto para la galeríт­a, pero obsceno para el observador. En esta acumulación de dispendios, un estudio publicado hace unos años en Estados Unidos demostraba que los presidentes empresariales que compraban casas por un valor superior a los 100 millones de dólares eran los que peores resultados promedios presentaban más tarde. Es decir, no sólo no creaban valor, sino que lo destruíт­an.

twitter.com/moisesssromero @MoisesssRomero

Moisés Romero




[Volver]