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¿ESTO SE ACABA? NO, AÚN NO HEMOS LLEGADO AL FINAL

Santiago Niño Becerra - Sabado, 18 de Abril ilustraciónNo, aún no: se está acabando; no hemos llegado aún al final -en realidad al final de la escapada ("у€ bout de souffle", Jean-Luc Godard, 1960)-, porque eso es lo que lleva haciendo la economía mundial desde Septiembre del 2007: escapar. Escapar, ¿de qué?, ¿hacia donde?. La primera pregunta ya está bastante abordada (no totalmente: aún no se ha reconocido que se ha estado haciendo de aprendiz de brujo, manejando fuerzas desconocidas con efectos ignorados, para crecer, sí, pero las consecuencias han sido, están siendo horribles, y serán dantescas; de eso es de lo que se escapa. ¿Recuerdan la "Exuberancia Irracional"?: fue parte de esas prácticas que hicieron brujos no titulados). La segunda pregunta: esa es la buena: ¿hacia donde vamos?. El pasado Miércoles 18 de Marzo el Estado USA inyectó 1,15 billones de dólares en el sistema, pero lo verdaderamente importante no fue eso, sino las palabras que acompañaron al anuncio: el progresivo empeoramiento de la situación que se está produciendo.

Pienso que es lo más claro que hasta ahora ha sido dicho sobre la situación en la que nos hallamos y sobre su evolución: “esto va a peor y se va a hacer lo que haga falta para retrasar el final”. ¿La luz al final del túnel de Mr. Bernanke el pasado Domingo 15?: rogar a la población que siga creyendo que EL milagro es posible; luego, fuera de los focos, se meten al puchero 1,15 billones de dólares: a ver si el rancho da para un poco más.

No vamos hacia ninguna parte, pero aún no toca percibir eso. En USA, se llevan inyectados en el sistema tres billones de dólares para conseguir ... ¿qué se ha conseguido con esa pasta?; se lo digo: aguantar, llegar a mañana, que las Bolsas hayan subido porque quienes tienen la megapasta saben que durante unas semanas la situación continuará sostenida y aún pueden rebañar lo poco que queda en la sopera, que la gente -el pueblo- siga esperando.

A ninguna parte, pero nada se acaba aún. Las Bolsas: ¿es lógico su comportamiento?. “¡No!”, grita el del fondo, pues yo pienso que sí. Las Bolsas siempre están descontando cosas; ahora: a) que el Estado va a continuar metiendo pasta, b) que lo va a seguir haciendo mientras sea físicamente posible, c) que vamos a llegar a mañana, d) que no a nada de todo lo anterior, e) que depende, que puede ser, que tal vez. ¿Dónde deben estar situados los horizontes temporales?.

¿Hiperinflación?, se está hablando de eso. Yo, hoy, en el corto / medio plazo, no la veo; ¿por qué?. ¿Se imaginan lo que va a suceder cuando se llegue al final de la escapada, cuando se alcance el punto último de esta huida?, sin llegar tan lejos, ¿pueden intuir lo que va a pasar a medida que esa gente que aún cree en EL milagro perciba que no hay milagro porque ningún milagro es posible (¿les llegarán a explicar que nunca ha sido posible ningún milagro?). El parón progresivo del consumo, de la actividad, ¿qué precios, qué costes pueden subir en una situación como esa?.

(Sugerencia: lean esto, ““Rambo Fed” Pledges to Start Buying Treasuries to Combat Crisis”: http://www.bloomberg.com/apps/news?pid=20601087&sid=aebp6vKYqto4&refer=home).

Esto se acaba, pero se continúan haciendo planes: se continuarán haciendo planes. Como el FMI.

El FMI: ha vuelto a incrementar la cifra a la que según él asciende el total de la porquería que las entidades financieras tienen en sus balances y fuera de ellos: 4 billones de dólares.

El FMI, pienso, sabe que es más; pienso que sabe que es una cifra que se halla entre los 25 y los 35 billones de dólares, pero cree que no puede decirlo porque aún no ha llegado el momento (los Gobiernos piensan que aún no ha llegado el momento).

Se sigue manifestando que esta situación -la precrisis, aunque muy pocos la denominemos así- es un fallo de supervisión, de control: pienso que no; pienso que se sabía hacia donde nos encaminábamos si se abría la puerta del hipercrédito, pero pienso que, quienes lo sabían, sabían que era la única posibilidad para continuar creciendo. Más claro: no fue una cuestión de ineptitud, ni de equivocación, sino de agotamiento de una forma de hacer las cosas y de utilización de la última bala disponible en la recámara. Y ya no quedan más.

Esto se acaba. Hace unos días una lectora me remitió un mail, entre otras cosas decía: “Hablas del futuro, de productividad y eficiencia, pero eso traducido a la gente de a pie, al cada día, ¿cómo puedo ser yo más productiva y eficiente?, ¿cómo puedo buscar una empresa que yo vea que su trabajo o su producto y por ende su futuro va en la línea de “productividad y eficiencia”?”. Tremendo, ¿verdad?. Lo que nunca se cuenta: en la inmensa mayoría de los casos para que una persona mejore su productividad la mayoría de cosas que tienen que pasar tienen que pasar fuera de esa persona, y para que eso suceda tienen que darse un sin fin de circunstancias que esa persona ni controla ni en nada puede influir. El futuro está en la productividad, pero ... ¡Tremendo!.

¿Esto se acaba?, no, aún no, pero ya falta menos. FMI: “World Economic Outlook” de 16 de Abril: http://www.imf.org/external/pubs/ft/weo/2009/01/index.htm, y vayan mirando. Un dato. Dice el FMI que la recuperación de “esta recesión” se producirá tres años y medio después de que se haya tocado fondo. Aquellas/os de Uds. que me sigan y/o que hayan leído mi libro “El crash del 2010” saben que siempre he dicho que la verdadera caída se producirá a partir de mediados del 2010, que la economía mundial no tocará fondo hasta mediados del 2012, que permanecerá estancada hasta mediados del 2015 y que, a partir de ahí, irá recuperándose muy, muy suavemente; todo esto en términos planetarios medios. Bien, saquen conclusiones; yo ya he sacado las mías: algunos se saben mucho más de lo que dicen. Otra cosa, ¿a qué adivinan por qué, pienso, que en la comparación que el IMF hace de “recesiones” hasta ahora transcurridas no mete a la Gran Depresión?.

Respecto a lo que sobre este informe del FMI ha publicado la prensa no especializada, es muy curioso ver con lo que “el hombre de la calle” se ha quedado: “La crisis va a durar un año, ¿no?”, me preguntó ayer un conocido. Peligroso.


Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




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