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Fitch: La crisis de la banca irlandesa costará 34.000 euros a cada trabajador

Redacción - Martes, 16 de Noviembre La crisis del sistema financiero en Irlanda costará a cada trabajador del país unos 34.000 euros, cifra que podría aumentar si el Estado lleva a cabo más inyecciones de capital en los bancos, según calculos del director de Insituciones Financieras de Irlanda de la agencia de calificación Fitch, Matthew Taylor. "Los problemas de los bancos han supuesto una carga extraordinaria para el país, donde se han inyectado unos 70.000 millones de euros de capital en la Banca", dijo el experto durante unas jornadas de Fitch sobre la situación y perspectivas de la Banca europea, celebradas en Madrid. Hasta ahora, Irlanda ha inyectado a los bancos 46.000 millones de euros, a los que ha de sumarse el coste de la Agencia Nacional de Gestión de Activos (NAMA, por sus siglas en inglés), cuyo objetivo es recomprar activos inmobiliarios en el balance de las entidades y revenderlos en un plazo de diez años. Para Taylor, no se puede descartar una nueva inyección de capital público a la Banca irlandesa, ya que es problable que el Estado acceda a respaldar a cualquier entidad financiera que lo solicite, después de haber nacionalizado ya total o parcialmente a cinco bancos. En la actualidad, el Estado irlandés es propietario del 100% del capital de Anglo, del 51% de EBS y de INBS, del 34% del Bank of Ireland (BoI), y se podría hacer con el 90% del capital de AIB, desde el 18% que controla en la actualidad, en caso de que su ampliación de capital no reciba suficiente respaldo inversor desde el sector privado. "El mercado ha perdido la confianza en los bancos irlandeses y el crecimiento económico del país no puede ser la única respuesta a la solución de los problemas del sector financiero", dijo Taylor, que resaltó la importancia de mantener las políticas de control del déficit en aras de la credibilidad de la Banca. El experto de Fitch recalcó que la vocación del Estado irlandés no es mantener una Banca nacionalizada y por eso ha exigido cambios de gobierno corporativo, con la remoción de los presidentes y consejeros delegados de las entidades intervenidas. Asimismo, el Estado ha nombrado dos miembros en cada uno de los consejos de administración de los bancos respaldados para acelerar la salida del dinero público. "Irlanda no quiere un sistema financiero nacionalizado, sino bancos, y toma medidas para que el apoyo del Estado no perdure", recalcó. Según Fitch, los bancos irlandeses cerrarán el ejercicio 2010 con perdidas, en un panorama marcado por un crecimiento sostenido de la morosidad y una prolongación de la caída del precio de la vivienda más allá del descenso del 35% registrado desde finales de 2006, fecha de referencia del 'boom inmobiliario'. No obstante, la Banca irlandesa podría beneficiarse del PIB positivo en 2011 y volver a la senda de beneficios a lo largo del ejercicio 2012, consideró el experto de Fitch, que destaca la dificultad de encontrar el equilibrio para lograr aplicar recortes de gastos con el fin de reducir el déficit sin ahogar el crecimiento económico.


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