La Carta de la Bolsa La Carta de la Bolsa

“...GRAN PARTE DE LOS BALANCES BANCARIOS SE VAN A DESTRUIR. A VER QUIÉN ENSEÑ‘A LA PATITA”

Moisés Romero - Martes, 23 de Septiembre ilustracionYa tenemos las grandes cifras del Plan de Salvación Nacional aprobado por la Administración Bush. En principio costará 700.000 millones de dólares (483.910 millones de euros), que se unirán a los 1,1 billones que el Gobierno y la Fed ya habíт­an destinado a combatir la crisis del crédito. Esta inyección de fondos contribuirá a que el Gobierno, la Reserva Federal y las sociedades hipotecarias Freddie Mac y Fannie Mae hayan inyectado o garantizado al sector financiero, a través de operaciones de emergencia no previstas, 1,8 billones de dólares (1,24 millones de euros) desde que estalló la crisis del crédito en verano del año pasado. Este importe será la suma de adquisiciones de tíт­tulos vinculados a hipotecas (por valor de 854.000 millones), refinanciaciones de deuda (300.000 millones), aportaciones de capital (285.000 millones), préstamos a través de la ventana de descuento de la Fed (200.000 millones), créditos otorgados para rescatar a bancos (87.000 millones) y seguros para los fondos de dinero (50.000 millones), entre otros. El Tesoro, no obstante, espera recuperar parte de este dinero. Esta cifra máxima de 1,8 billones de dólares es el equivalente al 13% del PIB de EEUU, que en 2007 ascendió, en términos nominales, a 13,84 billones de dólares. Para financiar el Plan de Salvación, el borrador solicita al Congreso que se amplíт­e el máximo que el Gobierno de EE UU puede endeudarse, desde 10.617 billones de dólares hasta 11.315 billones ¿Y la Bolsa, qué?.

Todos los expertos consultados en las últimas horas alaban las medidas, porque se ha evitado un crash global, pero advierten de la larga travesíт­a del desierto hasta que la situación en el interbancario se normalice y el dinero vuelva a salir de su escondrijo. Consideran, también, que las entidades bancarias no se precipitarán a la hora de exponer sus vergíт¼enzas al mundo. “La sensación es que el que primero asome la patita por debajo de la puerta con el ánimo de empujarla y echar todas las inmundicias de su balance el gran contenedor de basura que ha preparado el Tesoro de Estados Unidos será abatido por los francotiradores, que siguen apostados por todos los rincones en busca de más sangre. Por eso, habrá mucha calma y, de nuevo, todos se mirarán de reojo”, me cuenta un analista especializado en el sector.

Añade que “lo peor es que se abuse del fenómeno y que los bancos y entidades financieras que han quedado en pie después de la debacle administren la información en pequeñas dosis, es decir, que vuelvan a mentir de manera descarada y que los balances que exponen hoy no se correspondan con los de mañana. Urge reparar cuanto antes la confianza y credibilidad en el Sistema Financiero y Bancario Internacional y eso no se va a lograr de la noche a la mañana”.

“Cuidado con la Bolsa, mucha prudencia, porque ahora llega el momento de las valoraciones en un momento de enfriamiento global, porque las medidas acordadas por la Administración de Estados Unidos necesitan una financiación sin precedentes que actuarán en detrimento del crecimiento económico. Síт­, valoraciones a la baja dado que buena parte de los recursos propios de bancos y cajas de ahorro se ha destruido o se va a destruir en este proceso. Está claro que necesitarán mucho tiempo para reconstruirlos”, me insiste.

“Que nadie se precipite, porque habrá oportunidades para todos. La impresión generalizada en el mercado es que para afrontar la nueva construcción de los balances muchas entidades reducirán o eliminarán el pago de dividendos, que en el caso de las cajas seríт­a el de sus dotaciones a la obra social, asíт­ como desarrollando ampliaciones de capital para poder volver a conceder el nivel de préstamos que permite crecer a las economíт­as. Mientras dure esa situación los préstamos serán, por tanto, más escasos y caros y la economíт­a no crecerá”, refrenda.

”¿España? Por lo pronto, tendrá que dar salida a la acumulación de viviendas no vendidas, con el consiguiente crash en el sector de la construcción, que es el que con mayor rapidez crea o destruye empleo”, finaliza.

twitter.com/moisesssromero @MoisesssRomero

Moisés Romero




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