¿Por qué en España el paro ...? Ѣ€“ Anexo Ѣ€“ 2
Santiago Niño Becerra - Miercoles, 28 de Octubre
Mucho mas elevada en España que cualquiera de los países referidos, ¿por picaresca?, ¡ni hablar!, por necesidad. Como el valor de lo elaborado es bajo, no pagar contribuciones fiscales da un plus de competitividad, tanto de cara al mercado interno como el externo. Y cierto es: la economía sumergida contribuye a crear más economía sumergida porque el Estado, al ver mermada la recaudación fiscal, intentará compensar la caída de la recaudación recargando las figuras fiscales de quienes ahora las pagan. (¿La evolución de la "economía sumergida"?: la "economía informal": la mexicanización de la economía).
Y, para cerrar el círculo, la dependencia. Es ciertísimo que en un mundo postglobal como el actual todo el mundo depende de todo el mundo, pero unas economías dependen más que otras, tanto por el lado de los inputs -commodities, inversión, financiación, tecnología, ...- como de los outputs -que consuman lo que pueden producir-. La economía española es super dependiente por el lado de los insumos: tiene que importar un porrón de cosas ... que precisa para generar el PIB que genera; a la vez, es ultradependiente para colocar los productos que fabrica: crédito, turismo, exportaciones, ...
¿Qué escenario puede dibujarse para el empleo del factor trabajo en la economía española?, pienso que uno muy tétrico, y no sólo de cara a la crisis, también posteriormente, cuando la recuperación sea un hecho. Una alta y permanente tasa de desempleo debido a la no-necesidad de parte de la población activa para generar un PIB ... que mayoritariamente continuará siendo de bajo valor porque ... no existe opción a que aumente de valor debido a múltiples factores la mayoría deducibles (no es imaginable que España se convierta en el nuevo Silicon Valley mundial), PIB que será menos consumido debido a que habrá otras necesidades en que gastar unas rentas medias que van a disminuir y debido a que habrá otros bienes en qué emplear unos recursos que crecientemente van a ser más y más escasos. Y en aquel PIB generado en España que sea de alto valor, que lo habrá, como la productividad será tremendamente elevada, será necesario muy poco factor trabajo aunque de altísima cualificación.
La tasa de temporalidad tenderá aumentar, mucho, muchísimo, debido a que se empleará la cantidad de factor trabajo que sea preciso, cuando sea preciso; que se cambie el nombre al concepto, poco importa. Y, dentro de este apartado, el trabajo por cuenta propia: el “autónomo”: el profesional que sea contratado para realizar las tareas precisas durante el tiempo conveniente; también aquí poco importa la denominación que se escoja.
La remuneración media tenderá a la baja: menos población activa necesaria de forma no permanente y con una reducida productividad. Claro, claro, aquella población activa que sea reiteradamente requerida debido a que sea elevadísima su generación de valor será altamente remunerada, a la vez que su “tasa de temporalidad” será nula: aún no habrán acabado la tarea para la que han sido contratados sus profesionales cuando ya estarán siendo esperados en otros veinte lugares en los que percibirán una remuneración aún mayor. En España pienso que habrá pocos miembros de la población activa en este nicho y muchos en el anterior debido a la estructura económica española.
En todas las economías aumentará el empobrecimiento de sus poblaciones, pero en la española más, y en este punto el poder compensador que los Estados han desempeñado a través del modelo de protección social disminuirá, mucho, debido a que los recursos financieros de esos Estados se reducirán al derrumbarse una recaudación fiscal que ya prácticamente nadie podrá pagar y al ser cada vez más difícil la colocación de unas deudas públicas que nadie querrá no ya comprar sino cambiar por unos recursos que crecientemente se hallarán más hipotecados (quienes dispongan de recursos, evidentemente).
¿Solución?. En la línea que hasta ahora se ha seguido no existe porque esa línea ha sido la que ha llevado a esta situación, pero no se lamenten: no existía otra línea, por lo que era inevitable llegar a donde hemos llegado.
La realidad, al menos lo que hay debajo de ella, suele ser bastante fea y, en la inmensa mayoría de los casos, diferente a lo que sugerían las palabras de quienes nos la contó. Entre los años 2002 y 2006, la última fase del “España va bien y más que bien”, la economía española redujo su población desocupada en el 4,7%, hasta alcanzar aquella “mítica” (e irreal) tasa de desempleo del 7,9%.
En el año 2007 (básicamente desde Septiembre), la economía del reino aumentó su población desocupada en el 8,6%, es decir, en un solo año el crecimiento del desempleo duplicó la reducción que había habido a lo largo de cinco; sin embargo, nada en comparación con el 47,1% que creció el paro del factor trabajo durante el 2008, y poco considerando el 15,3% que puede, como mínimo aumentar durante el 2009, si se continúan cumpliendo las cifras del desempleo registrado hasta el 30 de Septiembre. Pero eso no es todo.
En USA los números del desempleo incorporan una cifra que los de aquí no contemplan (quiero pensar que se calcula pero que no se publica por el efecto que tendría; eso: ocultar información, sería, en cualquier caso, menos malo que no calcularla: si se tiene y se esconde, al menos a alguien le puede ayudar a tomar decisiones); bien esa cifra es parte del desempleo encubierto; parte: personas que han sido “invitadas” a trabajar a tiempo parcial, y personas que ya no buscan trabajo porque no lo encuentran; pero no se contemplan a la población activa contratada por debajo de su cualificación ni a quienes, de entrada, son contratados a tiempo parcial sin quererlo. Aquí, en el reino, insisto, no se calcula y/o publica, nada de nada a este respecto.
Bien, suponiendo muchas cosas y haciendo un cálculo aproximado de lo que sobre la población activa total USA representan esas personas, me sale una tas del 3,0%. Me da igual que sea del 2,5% o del 3,5%, lo que interesa es que casi cinco millones de personas equivalentes más no trabajan en USA pudiendo trabajar (y eso sin tener en cuenta que, en USA, el 1% de la población mayor de 16 años se halla en prisión y, por tanto, fuera de las estadísticas de desempleo). Trasladando esa tasa a España (e insisto en que me da igual que sea un-poco-más o un-poco-menos, España podría acabar el año con una tasa de desempleo del factor trabajo del 20,3%, como mínimo, y con tendencia al alza, ¡evidentemente!. (¿El Plan E?, un vallecito entre Abril y Julio).
¿Qué hay detrás de esto?, pues algo muy simple: si la Economía española no es capaz de crear suficiente empleo cuando “España va bien”, mucho del que crea es de bajo valor y cíclico, y prácticamente todo el que crea es mileurista y undermileurista, ¿qué empleo va a poder crear/mantener/conservar la economía española cuando “España va mal”?. Por eso, las palabras de políticos y gobernantes, ¿a quienes quieren convencer?; y las soflamas de la oposición, ¿a quienes buscan atraer?, ¿no se dan cuenta que todos, en algún momento, fueron “los de antes” y, por tanto, todos contribuyeron a “lo de ahora”?. En fin.
Mañana acabamos.
(Ayer me comentaron algo para meditar. En la sanidad pública, las intervenciones quirúrgicas, una vez que han sido decididas por el servicio correspondiente, son programadas e inmediatamente el paciente es informado del día previsto para realizar el acto quirúrgico; pues bien, según me dijeron, diversos pacientes están declinando ingresar en el hospital asignado a fin de ser intervenidos debido a que ello supondría la solicitud de la incapacidad laboral transitoria durante el periodo de recuperación, lo que, dicen, es ahora imposible debido a que “temo perder mi trabajo si cojo la baja”.
Ya no estamos hablando de soportar a base de aspirinas un resfriado o una resaca tras una noche de juerga, sino de anular una intervención quirúrgica que un grupo de profesionales ha juzgado conveniente realizar por ser necesaria para la salud de la persona. Lo que decía: para meditar).
Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.
Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.
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