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Lo que está pasando (más)

Santiago Niño Becerra - Martes, 23 de Septiembre Hace unos díт­as leyeron aquíт­ un texto con el tíт­tulo "Esto que está pasando", y ayer otro de tíт­tulo "Lo que queda del díт­a", seguimos porque la cosa da para bastante más.

Cuando las cosas, en el reino y en muchas partes, “iban bien” (?), la gente no se acordaba de los economistas, o síт­, pero para decirles lo “cojonudamente bien que les iban las cosas”. Ahora, sin embargo, aquella misma gente se acuerda de los economistas, y mucho; ¿para qué?, pues para preguntar cosas; ¿qué cosas?, diversas, pero, al menos a mi, tres fundamentalmente:

1 - ¿Cuándo se acabará “esto”?.
2 - ¿Cómo puede arreglarse “esto”?.
3 - ¿Quién tiene la culpa de “lo que está pasando”?.

En estos casos, digo lo siguiente:

1 - Oficialmente, a partir del 2012 empezará a decirse que las cosas se están arreglando, sin embargo, la población de a pie no comenzará a percibir ciertas mejoras hasta el 2015, y, de verdad, de verdad, la situación, arreglada, arreglada, no quedará hasta el 2023: dieciséis años, menos que los veinticinco que fueron necesarios para arreglar la crisis sistémica anterior: la Gran Depresión. De todos modos, añado “lo que hemos vivido entre el 2003 y el 2007 no volveremos a vivirlo jamás”: la recuperación tendrá lugar de otra manera.

2 - No se puede arreglar: lo que va a suceder tiene que suceder: es un ajuste en el modo de funcionamiento del sistema. Imaginemos que estuviésemos en Junio de 1929, ¿cómo podíт­a arreglarse lo que estaba llegando?: de ningún modo: teníт­a que suceder: la Gran Depresión fue un ajuste en el modo como el sistema estaba funcionando (por eso fue una crisis sistémica, como la que ahora viene). “Un ajuste muy bestia” dirán, síт­: los humanos, de momento, no sabemos hacer estas cosas de otra manera.

3 - Ya hemos llegado al momento en el que empiezan a buscarse cabezas que cortar; pues quienes eso quieran hacer lo van a tener muy difíт­cil: la culpa de lo que está sucediendo la tiene ! la evolución del sistema. El crash del 29 se produjo porque el sistema llegó a un punto en el que se agotó: habíт­a que cambiar el modelo y alguna cosa más, no bastaba con un arreglillo. Ahora ha sucedido lo mismo: el sistema ha alcanzado una zona en la que se ha agotado: la evolución del sistema ha llevado al hiperendeudamiento, al hiperconsumo, a la hiperespeculación; bueno, muy bien: ¿gracias? a todo esto hemos tenido un períт­odo de crecimiento que, si no, no hubiéramos tenido, pero esa víт­a está muerta y hay que ajustar el sistema (el sistema aún no se acaba: si las constantes históricas se siguen cumpliendo, será hacia el 2070). ¿Culpables?: las ansias de todas/os de crecer, en todo, más y más, y más.

(Veo que ya se está utilizando el concepto de “riesgo sistémico”, bien: dentro de poco se hablará de la crisis sistémica. La superintervención: se ha dicho que es para evitar un riesgo sistémico; ¡error!: los riesgos sistémicos no son evitables. La superintervención es una huida hacia delante (pienso que ni siquiera es una estrategia del Partido Republicano para ganar las elecciones): hay miedo: no saben que hacer: la gente inteligente, que la hay, sabe el manual ya no funciona, pero hay que seguir.

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economíт­a IQS. Universidad Ramon Llull.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




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