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Lo que no está pasando: “No estará pasando esto, ¿verdad?”

Santiago Niño Becerra - Jueves, 29 de Abril Bueno, ¡ya está!, ya se ha encontrado un culpable de lo que está sucediendo: Alemania: su indecisión (hoy, mañana será su egoísmo); en concreto la Señora Merkel. ilustraciónEs curioso las vueltas que dan las cosas, la RFA, de ser el motor y el referente europeo se está convirtiendo en un paria que pone palos en las ruedas y que impide el salvamento, no sólo de Grecia, sino del euro. Pues como en Lógica: niego la mayor.

Tal y como lo veo, la Señora Merkel tiene un problemón en casa, en Alemania, y no son las elecciones del día 9, es lo que sabe que se le viene encima: ¿somos conscientes de las implicaciones que va a tener en Europa, en la UE, en el euro, la caída del (15 Ѣ€” 20)% de las exportaciones alemanas?, ¿podemos imaginar el impacto de algo como lo apuntado en la economía de algunos estados federales alemanes que actualmente se hallan en una situación muy, pero que muy precaria?. Grecia está muy mal, ¿y Brandenburgo?, ¿en qué situación se halla la economía de Brandenburgo?. El 85% de la población alemana rechaza ayudar a Grecia, pienso que eso supera de largo cualquier sombra de nacionalismo raro que pudiera ser pintada; pienso que ese 85% lo que están diciendo es: “¡Eh!, nosotros tampoco estamos bien y pensamos que vamos a estar peor”.

Lo han leído aquí, volvamos: lo que está sucediendo, lo que va a suceder, no es una crisis política, es una crisis sistémica, y es y va a ser económica, y social, pero no política; de hecho pienso que cada vez se va a pasar más de la política. Vamos a ver, si finalmente se le dan / conceden / inyectan a Grecia las necesidades financieras que va a tener en los próximos tres años (pienso que no, que no se hará: no tendrá sentido apagar el fuego de una habitación cuando en todo el edificio hay incendios parciales), ¿dónde se va a recortar?, ¿qué se va a dejar de pagar?; ¿se va a subir más el IVA?, ¿se va dejar que aumenten más las listas de espera para una prótesis de rodilla (si es que se continúan realizando prótesis de rodilla en la sanidad pública, claro)?, ¿de dónde van salir esos fondos?, ¿se le va a pedir un crédito al Banco Central de Marte?.

Conocen mi tesis: nadie ha tenido la culpa: se ha llegado a lo que se ha llegado por la mera evolución de las cosas, pero entiendo que es preciso ir hasta los orígenes para entender la amplitud de esas cosas. Veamos, ¿qué parte de la deuda de un país está fuera de ese país?. Ya, la pregunta no es inocente, ya sé. Tomen nota: sobre el PIB, en Italia el 123%, en Grecia el 163%, en España el 167%, en Portugal el 230%, en Irlanda el 1.052%; y ya saben lo que esas cifras indican: de dónde vinieron los dineros que financiaron los maravillosos años o quienes son los dueños, hoy, de los papeles en los que pone lo que se debe.

Y claro: “los mercados desconfían”, “los mercados no se creen”. Vamos a ver (y pongan varias comillas a lo que viene a continuación), ¿siguen siendo necesarios los mercados?. “¡Si!. ¡Claro!. ¡Asignan y distribuyen recursos!” dice el del fondo; ya, ya, pero los mercados van a asegurar la inversión que ya han hecho y a ganar lo máximo posible en la nueva que vayan a hacer, pero les importa un rábano que haya, o no, desperdicio en el uso de recursos: de cualquier recurso, y les importa otro rábano en qué y cómo vaya a invertirse; ¿es eso eficiente?.

A Grecia se le va a dar, claro que se le va a dar, cuánto, no sé, pero se le dará, y Alemania la primera que abrirá la cartera. El proceso puede muy bien llegar a ser así: Grecia acepta las propuestas que se le hacen para que retuerza su plan de saneamiento (¿una versión griega del Plan de Estabilización español del 59?); al país heleno se le da la “ayuda / rescate / inyección”; “los mercados” se alegran y las cosas se estabilizan (momentáneamente) y álguienes pueden decir que han ganado una pasta; unas semanas después Grecia anuncia que no puede cumplir, pero ya dará lo mismo porque las cosas (si: las mismas cosas) ya estarán verdaderamente mal y quienes ayudaron / rescataron / inyectaron se habrán preocupado de dejar arregladas las cosas (esas cosas, sí). Podría ser: podría ser.

Claro, claro, va a producirse un empobrecimiento de la población griega, y de la del Estado Federado de Brandenburgo, pero eso es parte de lo que está pasando (de lo que va a pasar); aunque vaya a responderse negativamente cuando alguien pregunte si está pasando lo que parece que pasa.

“Entonces, ¿está lo peor por llegar?”, me pregunta el del fondo. Pienso que ya conocen Uds. la respuesta.

(La Señora Vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega, refiriéndose a las agencias de calificación, se pregunta cómo es posible que alguien pueda acumular tanto poder como para ocasionar los efectos que sus palabras ocasionan. Pienso que ello es así porque a quienes están metidos en el mundo de la inversión les conviene contar con un varemo, que, atención ahora, sea aceptado por todos, y lo sea sin discusión; ¿aunque puedan equivocarse dichas agencias?, si, aún así. Pasa como con las pruebas de selectividad para el acceso a la universidad: su filosofía, su temática, su composición, son denostadas por muchos propios y por muchos extraños, pero tienen algo a su favor: por nefastas que sean son iguales para todo el mundo; con los dictámenes de esas agencias sucede lo mismo (¿no?); y nos ha tocado.

Y con estas cosas pasa lo de siempre. Cuando la calificación de estas entidades favorece los intereses de los interesados en lo que se califica, todo está bien, todo va bien; cuando eso no así ... Por cierto, el informe completo lo tienen aquí: http://www.standardandpoors.com/ratings/articles/en/us/?assetID=1245210885343).

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




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