La Carta de la Bolsa La Carta de la Bolsa

No es esto, no es esto: es aquello, aquello Ѣ€“ 1

Santiago Niño Becerra - Lunes, 08 de Noviembre Si, ya saben: Ortega y Gasset, he utilizado este título en otras ocasiones: lo haré en más, siempre que no sea eso, cuando piense que no lo es.ilustración

Es cierto que nos estamos acercando al momento en el que en esta crisis iniciada a mediados de año: cuando se reconoció que lo que se estaba haciendo para “salir de la crisis” no estaba funcionando ni iba a funcionar, se diga que ya nada más se puede hacer en la línea que aún se hace y que la ciudadanía admita que ningún milagro es ya posible, pienso que para este momento quedan un par de meses, y lo pienso por cosas como las que el pasado Miércoles sucedieron en USA: la inyección de nuevas anfetas.

Otra vez: continuar utilizando las herramientas del pasado no sirve porque esas herramientas son las que nos han llevado al agotamiento en el que el modelo ha desembocado, y otras herramientas son imposibles en este modelo. Es imposible, im-po-si-ble, volver a lo de antes porque es una situación agotada, por lo que esas herramientas no tienen ya ningún sentido; ¿la inyección de 600 mM USD?, pienso que una anfeta para llegar a Navidad.

No es el camino: es más de lo mismo, y ahora hay que poner en marcha algo completamente distinto, como en los años 30, sí, de hecho ¡se parecen tanto las cosas hoy y entonces!. Hemos desembocado en un exceso inconmensurable de deuda que ha llevado al agotamiento de la capacidad de endeudamiento de quienes podían endeudarse: de quienes se les permitía endeudarse (las subprime fue una “salida” a eso), pero, a la vez, el mundo productivo ha llegado a un exceso de capacidad productiva de todo en el que se ha desembocado debido al crédito y que se ha mantenido gracias a las deudas. Ya no están de moda estos términos, pero son muy antiguos: la economía planetaria ha llegado a sendas crisis: de subconsumo y de sobreproducción, como en los años 30, exactamente.

Con matices, claro, unos menos malos: hoy, aunque se halla en retroceso acelerado, aún existe un modelo de protección social, y una amortiguación proporcionada por el quehacer de unas instituciones económicas que toman medidas a fin de que evitar el derrumbe, que no la caída lenta aunque inexorable; pero otros mucho peores: en los años 30, la ciudadana y el ciudadano medio de USA, de Francia, de Japón, no tenía -ni se planteaba que pudiera llegar a tenerlas-, en el armario veinte camisas de temporada, hasta hace cuatro días a la ciudadana y al ciudadano medio de USA, de Francia, de Japón se le han dado los medios para que las tuviera a la vez que se le animaba a que las tuviera: si las tenía sería más feliz, se encontraría más realizado, y generaría PIB, y crearía empleo. ¡Por favor se suplicaba desde vallas publicitarias, páginas de papel couché y spots televisivos, consuma Ud. veinte camisas, al menos, cada temporada!; en eso las cosas van a ser mucho peor que en la Gran Depresión: ya les conté la anécdota, ¿verdad?: “Doctor, estoy deprimido, recéteme Prozac: quiero comprarme un Audi y no me dan el crédito”: absolutamente verídico.

Y ya saben: jamás critico el pasado: las cosas fueron por donde tenían que ir y se hicieron como tenían que hacerse para ir por donde fueron, pero se acabó. Esos 600 mM USD ni siquiera van a llegar adonde, según se dice, deberían llegar: a la calle. De entrada, pienso, van a ser utilizados para tapar agujeros varios: irán enganchando billetes con pegamento y aplicándolos a los agujeros de las paredes; también se utilizarán, sigo pensando, en comprar bonos varios que rindan profits significativos (sin tener NPI si van a ser amortizados, o no, pero eso es otra historia), y el resto, si lo hay, lo meterán en un cajón esperando que llegue algún mirlo blanco a quien prestárselo. ¡Y no culpo a “los bancos” que hagan eso!: ¿cómo demonios van a dar un crédito a alguien que debe lo que no se sabe, a quien deben aún más y a quien le llegan impagados por un tubo?; vamos a ver, si Uds. fuesen banqueros, o cajeros, ¿le darían un crédito a ese alguien?.

Y luego están “los chinos” haciendo cosas feas, ¡pero si menos mal que existen los chinos!, ¡pero si a los chinos se les está utilizando de mala manera! (no: que no les den demasiada pena: lo saben de sobra, y lo admiten, porque no tienen alternativa, ya). China, con su política de mantener bajo el valor del yuan, está ... ¡sosteniendo un tinglado que, de otro modo, ya se hubiese venido abajo!. USA aún está donde está porque está emitiendo unos papeles que China está comprando (y Grecia, ya, y quienes vengan después). Se critica a China porque mantiene bajo el valor de su moneda, pero, ¿se imaginan que China no comprase los papeles USA?. Esta es otra de las diferencias entre esta crisis sistémica y las de los años 30: entonces nadie de la dimensión de China compraba papeles; y por la consecuencia de eso vamos a acabar igual que ayer: en un proteccionismo de cerrojo y candado.

A China se le va a hacer pagar lo que está haciendo a pesar de que ¡menos mal que hace lo que hace!. Uno de nuestros problemas reside en que se dice una cosa y se hace otra distinta (¿de dónde creen que viene el refrán “Haz lo que digo pero no lo que hago”?), y esto, ahora se está poniendo dramáticamente de manifiesto porque las cosas no-van-bien (ya, ya: cuando “iban bien” era debido a que nos estábamos cargando de deuda, pero bueno, las cosas iban, ¿o no?), cuando todo va bien todos somos amigos, y sonreímos, y hacemos bromas, y nos ponemos de acuerdo, o, al menos, lo simulamos, pero cuando van mal ... la confianza se rompe y queda la conveniencia, y es conveniente que USA inyecte pasta, y que China compre papeles, y que nos creamos cosas que son una entelequia, como por ejemplo que van a poder pagarse las deudas.

Pero China no está bien: su sistema financiero, sus burbujas inmobiliarias, su organización administrativa, ya saben, y eso acabará pasando factura -pronto, seguro: ¿cuánto más creen que aguantará esa situación?-, a la propia China y al resto del mundo, un mundo que no le perdona que no revalúe su yuan, que no le perdona estar dependiendo de ella.

Aquí, más cerca, ¿hasta cuándo se podrá estar manteniendo esta secuencia?: “ayudas y estímulos Ѣ€” déficit Ѣ€” deuda crecientemente cara Ѣ€” recortes presupuestarios Ѣ€” empobrecimiento”, La semana pasada hubo una manifestación en Dublín: policías irlandeses pegando a ciudadanas y ciudadanos irlandeses que protestaban por su creciente empobrecimiento en cuya gestación mucho ha tenido que ver el 20% del PIB que el Estado irlandés ha inyectado en la banca para intentar salvarla desatendiendo servicios que ya eran paupérrimos y presupuestando recortes sobre recortes para próximos años; pensarán que esas ciudadanas y ciudadanos no protestaban por eso, en el fondo ¡y tanto que protestaban por eso!.

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad RamonLlull.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




[Volver]
Lo más leído hoy en La Carta