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¿POR QUÉ NO QUIERE SER RESCATADA IRLANDA?

Redacción - Viernes, 19 de Noviembre www.invertia.com Los recelos iniciales del país celta a aceptar ayuda acarrean algo más que tintes económicos. El rescate dañaría al ya cuestionado Gobierno irlandés y podría pasarle factura en las próximas elecciones, por no hablar de una crisis antes de las mismas. A nivel empresarial, Bruselas podría exigir una subida del impuesto de sociedades algo que perjudicaría a las multinacionales asentadas en el país. El Gobierno del Brian Cowen será la principal víctima del más que inevitable rescate irlandés, aunque éste vaya dirigido sólo a reestructurar su maltrecho sistema financiero. "Las próximas elecciones están cerca y presentarse a unos comicios con un rescate no es una buena tarjeta de visita", reconoce Alexis Ortega, subdirector de Finagentes. El mandato del actual Ejecutivo finaliza dentro de dos años pero los expertos no desechan la posibilidad de elecciones anticipadas ante la pérdida de confianza. En los últimos meses, cuatro diputados han dimitido de sus cargos y los rumores sobre el rescate no han hecho más que incrementar el malestar político . El líder de la oposición ha acusado al Gobierno de ser el culpable de la mala imagen que proyecta Irlanda en el exterior y de la caída de la credibilidad en sus finanzas. El miércoles, el líder de Los Verdes, Day Boyle, con el que Cowen comparte coalición puso en entredicho su permanencia. "Existe un cuestionamiento de confianza y una incertidumbre añadida que está haciendo que la base de permanecer en el Gobierno sea mucho más difícil", expresaba Boyle en su cuenta de Twitter. Desde del departamento de Análisis de Royal Bank of Scotland (RBS) aseveran que aceptar la ayuda tendrá un coste electoral muy alto porque supondría admitir una mala gestión de la economía irlandesa. Silvio Peruzzo, responsable para Europa de la firma, reconocía en una rueda de prensa que la oposición del país celta aprovecharía el rescate para desacreditar al partido gobernante, ya que resulta muy difícil justificar esa intervención. Irlanda es un país joven, obtuvo su independencia en 1921 y muchos piensan que las condiciones del recate van a marcar un antes y un después en su corta existencia. Además, la alternativa que representa un plan como el de Grecia no logra convencer. "El rescate de Grecia no es la panacea. No parece que vaya a solucionar todos los problemas del país", recalca José Carlos Díez, economista jefe de Intermoney. "Dudo de que las medidas que se adopten con Dublín vayan a desatascar su sistema bancario a corto plazo dado el gran tamaño de las entidades", destaca. Díez explica que los bancos irlandeses cuentan con un pasivo de 1,6 billones de euros para un país con cerca de 4,5 millones de habitantes. Cifras a las que hay que sumar una alta tasa de morosidad y los problemas de liquidez. En octubre, varias agencias de calificación recortaron la nota de la deuda de las entidades irlandesas. Por un lado, S&P rebajó el rating del Allied Irish Banks hasta BBB+ con perspectiva negativa. Le seguiría Moodyт´s que colocó e n revisión la nota de los principales bancos irlandeses. Desde el estallido de la crisis, la banca nacional ha requerido ayudas públicas directas por importe próximo a los 44.000 millones. Si se contabilizasen además las aportaciones de la UE, como inyecciones de capital; compra de activos tóxicos; etc, la cifra alcanzaría los 286.000 millones. Las repercusiones de los bancos en la economía son considerables al producir el 10% del PIB. En igual medida que el peso político se plantean otros aspectos como la negociación del paquete de ayudas. "Dicen que tienen sus necesidades de financiación cubiertas hasta el año que viene, pero es mentira porque están asumiendo el rescate como un problema privado", recalca Ortega. " Han sido los políticos quienes han hecho que un problema privado se vuelva público al garantizar el 100% de los depósitos de las entidades", insiste. Por otro lado, la intervención de las autoridades europeas podría tambalear el tejido empresarial. "Si finalmente Irlanda recibe ayuda, la UE impondrá unas condiciones impositivas y de tipo fiscal. No tan estrictas como las de Grecia respecto al IVA (le obligaron a elevarlo del 19% al 23% ) aunque sí actuarían sobre el impuesto de sociedades", asevera. "Europa no va a permitir que este impuesto siga tan bajo por la alta competencia que supone para el resto de economías y menos, a costa de ayudas de la zonaeuro". Muchas multinacionales, especialmente las relacionadas con la tecnología, tienen su sede en Irlanda y ya han manifestado que de producirse una subida de las tasas, abandonarán el país. Según cifras facilitadas por los expertos, el empleo que generan estas corporaciones afecta a unas 175.000 personas. Allí, el impuesto de sociedades es del 12,5%, frente al 30% que pagan las empresas en Alemania o el 28% del Reino Unido. El rescate también podría implicar un recorte del gasto presupuestario, algo que dañaría la imagen del Gobierno. "No es un problema tan privado como defiende el Gobierno irlandés". En este sentido, José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi para España, plantea en un informe que c ómo se puede asistir financieramente a un país que lo rechaza. Campuzano explica que el Eurogrupo es consciente del riesgo que supone la incertidumbre ahora de Irlanda por el riesgo de contagio a otros países, más allá de Portugal. "Además, asistir a su banca y no al país -por cierto, ¿no es lo mismo? Claro que hay otro debate pendiente sobre la relación entre los bancos nacionales y los países- puede crear un precedente a futuro muy complicado de asumir", sentencia.


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