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Propuestas (es una continuación) Ѣ€“ 2

Santiago Niño Becerra - Martes, 11 de Mayo Por ello se buscan culpables: la culpa es de las agencias de calificación, de los ordenadores fantasma, de señoras que en bancos gigantescos confunden en un teclado la "m" con la "b". ilustraciónEs curioso, cuando "el mundo iba bien", las agencias de calificación no se equivocaban, los ordenadores no emitían extrañas instrucciones de compra-venta a un centavo de dólar, ni señora alguna tecleaba letras erróneas. Ahora se cometen errores y las cosas funcionan mal, aunque las agencias hoy sean las mismas que hace cinco años, la cibernética sea ahora infinitamente más mejor que en el 2005, y a que muchas de las señoras que cinco años atrás pulsaban teclas las continúan pulsándolas hoy, por lo que su experiencia es mayor. No: el tema no es ese, el tema es otro.

La agencias califican lo que ya no es procedente calificar porque su valor ya no es el que conviene que sea cualquiera que este deba ser; los ordenadores están haciendo unas operaciones que ya no es procedente hacer porque su valor nada significa; y lo que las señoras teclean solo tiene significado en una dimensión de valor no comprensible calculado por unos ordenadores cuyas memorias fueron colapsadas hace tiempo; es decir, no es que se esté haciendo algo mal, es que lo que se está haciendo, pienso, ya no tiene sentido en el hoy y en el ahora actuales: se pretende derribar una muralla con arietes y catapultas, como antes, cuando hoy esta muralla está hecha de campos magnéticos.

La solución al agotamiento del modelo sistémico: un nuevo modelo sistémico a todos se le va a dar, a España también: por decreto: “A partir de mañana úsese esto”; pero la solución a los cinco problemas particulares de España tiene que generarse aquí: dentro: en el interior.

Ahora ya sí, ahora ya tocan propuestas, vamos a ello. Uds. ya las leyeron aquí: el 15 de Febrero: se reproducen de nuevo. Doy por supuesto que ya las leyeron, vuelvan a hacerlo, pero háganlo con otros ojos. Recuerden: son heterodoxas, pero pienso que, como punto de partida, son concretas.

Como introducción: decía hace dos meses que las economías planetarias, pienso, llevan dos años y medio sumidas en un “tejer para destejer”: primero fue una fase de ayudas y estímulos, ahora toca una de reformas orientadas a reflotar algo viejo y a parchear algo roto, pienso que es necesario una 3тª Fase: actuaciones para sanear la Economía y para preparar la puesta en marcha del nuevo modelo sistémico, pero serán actuaciones que no curarán, y no lo harán por la sencilla razón de que la curación es imposible: a este organismo sólo es posible salvarle con un trasplante.

(Dicen los oncólogos que es un hecho habitual que personas que padecen cáncer se agarren a hechos parciales, incluso inciertos, para, resaltándolos, tener una esperanza: carácter humano, podría decirse. Pienso que hoy se está en ese nivel. Casi ha finalizado la fase de “aceptación” del cáncer: de la precrisis, la de maldecir contra todo pienso que el planeta se la va a saltar, tan sólo referencias a “los malos habituales”. Ya estamos entrando en la fase de esperanza: “la ayuda coordinada”, “el rescate”, aquí “la reforma laboral”. Pienso, también, que será breve porque va a dar muy poco de si).

En esta línea: ayer me entrevistaron en una emisora de radio de ámbito nacional: a primera hora. Dos fueron los temas abordados, dos preguntas: a) ¿va a ser efectivo este mecanismo de ayuda / rescate acordado por la UEM y el FMI?, b) ¿es factible el nuevo ajuste anunciado por el Gobierno español?.

La primera. No: ese mecanismo no resuelve el problema: el porqué se ha llegado ha generar esta situación de caos económico en la que nos encontramos y que es el agotamiento del modelo sistémico que hemos estado usando en las últimas seis décadas. Este mecanismo no es más que un parche orientado a los PIIGS: se ha llegado a la conclusión de que es mejor tenerlos dentro y controlados; lo que sucede es que el agotamiento no afecta solo a los PIIGS. Interesante la intervención del FMI: el poli malo.

La segunda. Esos planes del Gobierno de reducir el déficit no son, pienso, ni creíbles ni posibles. No son creíbles porque ya se parte de una posición falsa: la gente olvida muy fácilmente: los presupuestos del año en curso fueron elaborados -y posteriormente aprobados en el Parlamento- suponiendo que el déficit del 2010 sería del 8,1% y del 5,2% en el 2011; también que el PIB crecería el -0,3% en el año en curso, el 1,8% en el 2011, el 2,9% el año siguiente y el 3,1% el que viene después. Esas cifras, pienso, van a quedar a años luz de la realidad, lo que va a desencadenar una caída de la actividad, un derrumbe en los ingresos públicos, una mayor necesidad de gasto. Más. En el cuadro macroeconómico elaborado por el Gobierno se parte de la base de que hasta el 2011 la inversión va a caer, y que la productividad va a caer a lo largo de los próximos cuatro años.

La Señora Salgado ya ha dado a entender que ahora prima la estabilidad sobre la recuperación, pero es que la recuperación es utópica -¿qué recuperación es posible con estas cifras y con las de nuestro entorno?-, y la estabilización, pienso, tan sólo es posible aplicando recortes brutales, pero una estabilización no para sentar las bases de ningún sueño: no es posible volver a lo de antes, sino para que los mercados tengan un argumento para creerse que vamos a poder pagar, a poder pagar la deuda pública que ya tenemos, el resto de deudas ...

Mis propuestas vienen después, de momento quedémonos con una muestra de por donde van a ir los tiros: el nuevo plan diseñado para las pensiones griegas: aumento de tres años de la edad de cotización para percibir la totalidad de un importe que va a ser el 18% menor que el actual. ¿Por qué lo llaman estabilización cuando, en realidad, están queriendo decir empobrecimiento?.

Mañana re-comentamos esas propuestas.

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




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