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Reflexiones Ѣ€“ 2

Santiago Niño Becerra - Martes, 13 de Octubre 453 Ѣ€" "Los chicos han perdido el miedo. No tienen nada que perder y no temen lo que les pueda hacer la policía". ilustraciónQuien eso dice es Mawa Ndiaye, presidente de la Asociación de Residentes Senegaleses en Cataluña. La frase la he extraído de un artículo aparecido el 7 del pasado mes en el suplemento de Cataluña de El País, el título del reportaje era significativo: "Los "manteros" ya no huyen".

España trajo del exterior a ocho millones de personas, gran parte de ellas para que construyeran los pisos del “España va bien y más que bien”, para que sirviesen cervezas a turistas en bañador en chiringuitos de playa, para que propiciasen la generación de un PIB que, de otro modo, no hubiese podido ser generado. El problema es que ahora estas personas no son necesarias: no se construyen pisos y se sirve mucha menos cerveza en los chiringuitos de playa, y “estos chicos no tienen forma legal de obtener un ingreso y saben que no van a ser expulsados”.

España tiene muchos problemas, uno muy gordo es cómo pueden administrarse esos ocho millones de personas. No es un tema de racismo, ¡que va!, es un tema puramente económico: la tarta ya no llega para todos (en realidad nunca llegó, pero se le echaba unos polvitos de crédito y, mágicamente, crecía). ¿Qué se está haciendo para abordar ese problema?.

454 Ѣ€” No sé si “quienes nos administran” no entienden nada de lo que pasa, o es que lo entienden demasiado. Ahora resulta que tiene que seguirse administrando anfetaminas a las economías del planeta porque, si no, vendrá el desastre, igual que sucedió, dicen en los años 30: cuando se dejó de gastar llegó el hundimiento.

Vamos a ver, ¿no había quedado claro que el problema de los años 30 se presentó porque la capacidad productiva -y la producción- era muy superior a la capacidad de demanda de una población que era bastante pobretona -el consumo-?. El sistema llegó al agotamiento cuando ese problema no pudo ser resuelto por el crédito, y el cambio sistémico se produjo cuando la demanda agregada creció al meter al consumo público en la ecuación.

El problema ahora es el mismo pero con un agravante: la capacidad de endeudamiento de personas físicas y jurídicas está agotada y la capacidad de absorber más cachivaches -reales o financieros- casi también, entonces, ¿cómo se puede creer que metiendo más pasta en el sistema se van a arreglar las cosas?. (Recuerden: “arreglar” = “volver a lo de antes”).

Se ha de continuar inyectando anfetaminas porque el paciente está exhausto: o se inyectan, o adiós. Entonces, pierde sentido plantearse cuando ha de interrumpirse el tratamiento: es obvio: cuando se acaben las anfetaminas del almacén, ¿no?.

455 Ѣ€” Los eternos figurantes de segundas filas: los ayuntamientos. Dossier Econу²mic, en su ejemplar del 5 al 11 de Septiembre, en las Págs. 4 y 5, publica un reportaje demoledor sobre la financiación local; está en catalán, si, pero les aseguro que se entiende lo suficiente como para poder hacerse una imagen desoladora de cómo se hallan los municipios del reino.

Fíjense como están las cosas. El alcalde de la localidad de Sabadell, el Señor Manuel Bustos, localidad que, coincidirán conmigo no es ningún pueblito, decía “El problema actual no es tanto realizar inversiones (...) sino pagar los gastos corrientes”. El ayuntamiento de Roda de Barу  se está planteando realizar un ERE, su alcaldesa, la Señora Mayte Huerta decía: “Hemos pasado de ingresar 1,7 millones de euros el 2006 por impuestos vinculados a lo inmobiliario a unas previsiones de 100.000 euros para el 2009”.

Los Gobiernos centrales hablan de muchas cosas, de muchas, y los regionales, aunque hablen de menos también hablan de bastantes: grandes números, sonoras cifras; el problema es que la ciudadanía, a quien tiene más cerca es a las regidoras y a los regidores de su ayuntamiento, a quien tiene más próximo es a su alcaldesa o a su alcalde y, cosas fundamental, gran número de servicios, servicios que se consumen cada día, que son parte del día a día, son prestados por los ayuntamientos, muchos por traspaso encubierto, pero a la ciudadanía eso le importa un rábano: la gente quiere que la farola de la esquina de su calle sea arreglada.

Durante unos años hemos vivido en una falacia: a los ayuntamientos “se les ha dado” menos pasta porque ya se sabía que a través del ladrillo la obtenían. Los ayuntamientos han pedido pasta con la boca chica porque sabían que la sacaban con el ladrillo. Los servicios eran cubiertos por los ayuntamientos sin demasiadas protestas porque éstos eran conscientes que les llegaba la pasta del ladrillo, y servicios prestados es igual a personas contentas, y personas contentas equivale a votos ganados; y para cerrar el círculo, las fiestas mayores: ayuntamientos minúsculos tirando la casa por la ventana. ¡Era genial!.

¿Qué va a pasar ahora?. Uds. mismos. Ahora vamos a ver baches por las calles, como másantes. Ahora lo que va a tocar va a ser repartir lo poco que haya, seleccionado lo verdaderamente importante, y aquí es lo que no acabo de ver: ¿sabrán hacer eso nuestros ayuntamientos?.

455 bis Ѣ€” Dice Joseph Stiglitz en el artículo de título “Borlaug y los banqueros” publicado en la Pág. 18 de El País Negocios del 11.10.2009: “¿Cree alguien realmente que los altos ejecutivos de EE UU son más productivos que los de otros países donde las remuneraciones son más modestas?”. Respondo: no lo sé, pero lo que si sé es que esos ejecutivos USA han sido capaces de hacer ganar más pasta a los propietarios de las compañías para las que trabajaban, de ahí que sus remuneraciones fuesen muchísimo mayores.

¿Qué eso lo hacían de una manera que era pan para hoy y hambre para mañana?, de entrada eso importaba una mierda a quienes esperaban mayores resultados, y luego, que si no se hubiese hecho así los beneficios no hubieran aumentado, luego el PIB hubiese crecido mucho menos o no hubiese crecido en absoluto, y nadie quería eso, ¿verdad?.

(A quien pueda interesar. Esta tarde, a las 18:00 h y organizada por el Ayuntamiento de Sant Adriу  de Besу²s, de Barcelona, doy una charla en la Biblioteca La Mina, calle Ricart nтº 2. La entrada es gratuita).

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




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