La Carta de la Bolsa La Carta de la Bolsa

“...UN HÁLITO DE ESPERANZA, UNA PEQUEÑ‘A BRIZNA, AHORA QUE LAS HORDAS LO PINTAN MUY NEGRO…”

Moisés Romero - Jueves, 29 de Enero ilustracion"...Dieciocho meses después ¿o son más? son muy pocos los que han aguantado el tipo, los que han permanecido fríos, inmóviles, sin apenas sensibilidad a la que ha sucedido dentro y fuera de la Bolsa. Dentro se ha producido la Gran Tormenta, lo que algunos han definido como la Tormenta Perfecta, en esa obnubilación de buscar recursos periodísticos para llamar la atención. Sí, las cotizaciones han caído a plomo; muchos se han arruinado; otros tantos han dejado enormes deudas a bancos, instituciones e intermediarios. Es decir, la ruina es de los otros. Fuera de la Bolsa, el paro destroza familias. Los medios escriben desde hace tiempo de suicidios de personas y de personajes. La historia es la misma: el no poder asumir el siguiente paso, bajar muchos escalones en calidad de vida. Observo, así, que una legión de observadores y analistas, auténticas hordas, pregonan el fin del mundo y que lo que sucede ahora tardará muchos años en ser reparado, si es que logra ser reparado..."

“...Quienes han sido incapaces de predecir lo que sucede dictaminan ahora lo que va a suceder. Y dicen que esto no tiene remedio. Un inciso ¿se acuerda usted, estimado director, de Alan Greenspan? ¿Recuerda que hasta bien entrado el verano escribía en los periódicos más prestigiosos del mundo apostando por el final, la semifinal, los cuartos de final, apostando,en fin, por la duración de una Crisis que él mismo generó? Hace tiempo que sus colaboradores y creadores de imagen han desaparecido de los foros ¿Cree usted, estimado director, que ha sido porque se le ha caído la cara de vergу¼enza? Le pregunto esto, porque considero que uno de los grandes Disparates de la situación actual es el protagonismo de los energúmenos en los foros y cónclaves. ¿Y qué me dice de Soros? ¿Recuerda, estimado director, que tumbó la libra y hundió el Sistema Monetario Europeo? Soros vuelve a tener mención mediática a mansalva. Hemos perdido la orientación y veneramos de nuevos los mitos, ídolos, becerros de oro, que nos han traído a este gran lodazal…”

“...Y lo que es peor. Las lamentaciones se suceden desde todos los ángulos sociales, políticos, económicos y empresariales. Y lo que es mucho peor: los grandes Organismos Supranacionales, las mal denominadas Agencias de Calificación de Riesgos (que no han calibrado riesgo alguno, pero se atreven a emitir juicios para el futuro) y, en general, todos los Servicios de Estudios Subvencionados han entrado en una suerte de guerra por dibujar el peor cuadro, el peor escenario, el aventurar cuando ¡ploff! ESTO SE FUE AL GARETE…”

“...Hasta hace poco creía que unos y otros, lo que hemos denominado en alguna ocasión Agentes Sociales, Políticos y Económicos, cobraban un sueldo por estudiar tendencias y comportamientos y por buscar soluciones, los mejores acomodos. Sucede lo contrario, todos pregonan lo que ya sabemos y nadie apunta soluciones para lo que no sabemos, salvo los tópicos de rigor: reformas estructurales, despido libre, flexibilidad laboral, congelación de sueldos, apretarse el cinturón. ¡Ah! y consumir productos nacionales…”

“...Estimado director. Cumplí la semana pasada 76 años. Me rompí hace un año la cadera o la cadera me tumbó a mí, no lo sé, pero aún sigo en pie. Camino, renqueo con mi bastón y de vez en cuando voy a natación. Una pequeña brizna de ilusión, como un rebrojo en un páramo; un hálito de esperanza; un tibio aliento positivo. Toda proyección positiva, por tímida que sea, me mantiene activo y dinámico cada día ¡76 años y con la cadera rota! Pero sigo en pie…”

“...Le escribo esto, porque he observado que en el entorno bursátil actual, un campo de batalla plagado de cadáveres, con todos los analistas y gurus advirtiendo de la llegada del fin del mundo, una pequeña sonrisa, una mínima noticia positiva, por ejemplo, que bancos como BBVA y Santander saquen pecho o que otros como Barclays digan que siguen en pie. También, que determinadas grandes multinacionales del sector farmacéutico emprendan nuevas compras, es suficiente para desencadenar la euforia, las ganas de seguir comprando y vendiendo en Bolsa, de seguir operando, actuando. Porque la Bolsa no ha muerto, por mucho que sea el empeño de unos y de otros…”

                                      Le saluda afectuosamente

                                      Juan José Olivares (Sevilla)

twitter.com/moisesssromero @MoisesssRomero

Moisés Romero




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