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Varios varios

Santiago Niño Becerra - Miercoles, 17 de Marzo "Un vario, dos varios, tres varios, / el PIB es un vario que se nos hundió". Ya sé, ya sé: "Un globo, dos globos, tres globos", Los Alba, 1974; pero es que rimaba. ilustración

Un vario: el déficit. Dice el Gobierno del reino que el déficit de las Administraciones públicas españolas va a bajar: del 11,4% que había a 31.12.2009 al 3% el 31.12.2013, un descenso de 8,4 puntos en cuatro años. De entrada pienso que no es posible, de salida digo que depende (aunque no se imaginan de lo que puede depender).

Veamos, España tardó ocho años en pasar de un déficit del 3,4% a otro del 0,4%, fase durante la que “España fue bien”; luego, desde el 2004, cuando “España fue más que bien”, y dejando al margen las clamorosas carencias de la economía, se entró en superávit durante tres años; es decir, entre 1997 y el 2007 las cuentas públicas españolas pasaron del -3,4% al 1,9%; once años en total y cuando la economía española iba-a-más (independientemente de cómo iba a más). Sin embargo el camino inverso fue meteórico.

En un solo año las cuentas totales del reino se degradaron el 6,0%, y en el año siguiente el 7,3%: 13,3% en tan sólo dos años, no obstante el Gobierno nos dice que la economía española va a ser capaz de pasar de un déficit del 11,4% a otro del 3%, ¡en cuatro años!. Un poco imposible, ¿no?, pero lo principal es que se crea que será posible, y que se acepte que se va a conseguir. Pues hala, a ello, pero ¿cómo?.

Los ingresos públicos no va a subir, al contrario: pienso que van a bajar: al caer la actividad caerá la recaudación (en las regiones, más; en los ayuntamientos más aún). Lo único que queda es el recorte del gasto público: las tijeras, y por ahí, sigo pensando, van a ir básicamente los tiros. Puede que suba algún impuesto, pero más para asegurar cifras que para aumentarlas; pero lo que de verdad quedará afectado es el gasto: prepárense para recortes épicos, e-pi-cos, ¿consecuencias?, todas y ninguna: más carencias pero sin impacto político: con que se pongan de acuerdo ... 

Otro vario: las pensiones. Me preguntaba cuanto tardaría en oírlo. Hace unos días, charlando con un grupo de (buenos e inteligentes) estudiantes universitarios del panorama que espera a las pensiones de jubilación, de cómo abordar el problema. Se comenta sobre las opciones que se están barajando y sobre otras posibilidades: el incremento de la edad de jubilación, la reducción del importe de la pensión media por niveles de renta, la contratación de planes de pensiones…; y de sus impactos: probable incremento del desempleo juvenil, empobrecimiento de amplios colectivos de jubilados, ...

De pronto uno de ellos, un chico especialmente inteligente, dice muy serio que la problemática en la que van a sumirse las pensiones se solventaría si un rayo cósmico se llevase a todas las personas mayores, y lo razonó: la caída del consumo que tal desaparición ocasionaría quedaría compensada con la reducción de gastos que se obtendría. La conversación siguió, pero simplemente esto ya da para meditar; ¿a qué si?.

Por cierto, quienes dicen que es posible asegurar la continuidad y el mantenimiento del actual sistema de pensiones deberían hablar con los jóvenes: tiene clarííííííííííííííímo que no van a percibir pensión; lo que les molesta bastante es el que van a tener que pagársela a otros, al menos de momento.

Otro más. Grecia. Quienes prestaron al país helénico, quienes compraron su deuda podrían decirle a su ciudadanía: “Os dejamos fondos para hacer negocio, y gracias a esos fondos crecisteis, y gracias a la confianza que desprendisteis por el hecho de que os los dejásemos vuestro crecimiento se consolidó, pero ahora ya no es interesante continuar prestándoos ya que habéis agotado vuestra capacidad de endeudamiento y, además, no podemos prestaros más: estamos hasta el cuello de deudas ya que debemos y nos deben, por ejemplo, gentes como vosotros”. No se puede negar que el razonamiento es indestructible.

(El Comisario europeo de la Competencia dijo el pasado Martes que las previsiones del reino para “salir de la crisis” pueden ser excesivamente optimistas. Mi lectura:  las previsiones del reino para “aguantar durante la crisis” son imposibles)

“La tierra es el globo donde vivo yo”.

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




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