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BME, LAS PLATAFORMAS ALTERNATIVAS LLEGAN EN EL PEOR MOMENTO. LA CONFIANZA ES UN VALOR MUY CARO

Moisés Romero - Lunes, 16 de Febrero ilustracionChi-X, la plataforma alternativa de negociación de acciones, comenzó hace unas semanas a operar en la Bolsa española, con los que los inversores pueden negociar en ella todos los valores del Ibex. Esta plataforma llevaba desde diciembre operando a modo de prueba con los blue chips del selectivo. La intención de Chi-X es ofrecer tarifas más económicas que las de BME, aunque se enfrenta al reto de captar suficiente liquidez. Hay más. Estaba previsto que la plataforma bursátil Turquoise empezará a funcionar en España hoy. Este proyecto, fundado por nueve grandes bancos internacionales, supone una alternativa a la Bolsa tradicional, operada por Bolsas y Mercados Españoles (BME). La primera semana, Turquoise funcionará en pruebas, con sólo cinco valores. La previsión era que el mercado esté plenamente operativo a partir del 23 de febrero, con 100 empresas cotizando en él: todas las del Ibex 35, más otras 65 del mercado continuo. Más competencia en un sector debilitado por la contracción de la actividad bursátil y el empeoramiento de las expectativas globales. O sea, menos tarta a repartir para más comensales, aunque en este caso gana Bolsas y Mercados Españoles, porque la desconfianza del inversor ha escalado muy alto a raíz de los últimos acontecimientos y escándalos. Ya nadie se fía de nadie. Sólo de los valores sólidos y asentados, como BME, en este caso.

Con todo, Turquoise nace gracias a la directiva europea MiFID, que entró en vigor el 1 de noviembre de 2007 y liberalizó los mercados de valores. En apenas tres meses de funcionamiento, su cuota de mercado en Europa ha pasado del 1% a un promedio del 3,7% de la negociación, con 1.500 valores listados.

La aspiración de la plataforma no tiene límites. ‘Nuestro objetivo, aunque dudo que llegue a cumplirse, es copar el 100% de la negociación bursátil’, afirmó hace unas semanas en Madrid el consejero delegado de Turquoise, Eli Lederman. El directivo reconoció que la batalla por la negociación bursátil conducirá de forma inevitable a procesos de concentración en el sector.

A Turquoise y BME se sumará pronto Nasdaq OMX para competir por el mercado español. Lederman admitió que a medio plazo ‘será difícil’ que haya negocio para los tres.

En su aventura española, Turquoise irá de la mano de Citi y la sociedad de valores Interdin. El banco estadounidense se encargará de la liquidación y custodia de valores, aunque el depositario central de la compensación y liquidación seguirá siendo Iberclear.

La legislación española obliga a identificar cada valor con lo que se conoce como referencia de registro (RR), un número que otorga el depositario central; es decir, Iberclear. Ahí es donde entrará en juego Interdín, que agrupará al final del día todos los miles de órdenes realizadas en Turquoise con el objetivo de conseguir la RR, un requisito indispensable para que los valores adquiridos en Turquoise puedan ser vendidos en la plataforma BME.

El proyecto Turquoise

Es un mercado de negociación bursátil, idéntico al holding Bolsas y Mercados Españoles (BME). La plataforma fue fundada por BNP, Citi, Credit Suisse, Deutsche Bank, Goldman, Merrill Lynch, Morgan Stanley, SG y UBS.

Desde Interdín se reconoce la posibilidad de exista diferencial de precios y posibilidad de hacer arbitraje, como ya ocurre con los valores que cotizan a la vez en EE UU y la UE. Pero serán las propias estrategias de arbitraje las que terminarán cerrando la brecha de precios.

Los mercados son plataformas de negociación, no los dueños de los valores. Por eso, siempre será posible comprar una acción de Telefónica en BME y venderla en Turquoise. En España, la legislación exige que las acciones tengan un número identificativo (RR). Por eso, incluso comprando en las plataformas alternativas será necesario pasar por Iberclear, que es propiedad de BME, que es la que facilita la referencia… y cobra por ello.

El mercado Turquoise en principio está abierto para todo tipo de inversores. Pero la cierta complejidad de la operativa hace que sea más práctico para los grandes inversores institucionales, que pueden realizar grandes operaciones en bloques. Sin embargo, Turquoise permite combinar el libro visible, donde las órdenes de los inversores minoristas con la operativa de órdenes ocultas (Dark Pool), que tiene tamaño institucional. Esto permite que las órdenes más pequeñas se puedan ejecutar a precios mejores.

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Moisés Romero




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