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La Seda nombra vicepresidente a Carlos Gila en representación de Inverland Dulce

Redacción - Jueves, 27 de Agosto La Seda de Barcelona ha nombrado al abogado experto en reestructuraciones Carlos Gila como vicepresidente del consejo en representación de la sociedad Inverland Dulce, según decidió hoy el consejo de administración e informó la compañía en un comunicado. El consejo también aprobó las cuentas del primer semestre, que se cerró con un resultado antes de impuestos de 70 millones de euros negativos. El nombramiento de Gila se produce en pleno proceso de reestructuración de la fabricante de plásticos PET y pocas semanas después de que abandonase el consejo de administración de la compañía a principios de agosto. Entonces, Inverland Dulce, sociedad vinculada a la portuguesa Imatosgil y primer accionista de La Seda, renunciaba a su puesto en el consejo, representado por Gila. Con todo, La Seda informó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que el abogado mantendría funciones ejecutivas. Hoy, el consejo de La Seda nombró por cooptación como miembro del máximo órgano ejecutivo y vicepresidente del consejo de administración a la sociedad Inverland Dulce representada por Carlos Gila, licenciado en Administración de Empresas por la Universidad de San Francisco y PDG por el Iese. Gila inició su carrera profesional en Andersen Consulting y posteriormente se dedicó al mundo de la empresa como inversor y primer ejecutivo en distintas compañías. Fue consejero de Ebro Puleva y en la actualidad es consejero y asesor en diferentes sociedades. Además de esta novedad en la dirección, La Seda indicó hoy a la CNMV que intensificará los "esfuerzos" para regularizar la situación en la que se encuentra la comisión de auditoría, en línea con lo que acordó en su día la comisión de nombramientos y retribuciones. CONTEXTO ADVERSO La Seda argumentó que su resultado negativo entre enero y junio estuvo influido por un primer semestre "caracterizado por la grave contracción económica mundial" y con "paros en la producción de algunas plantas del grupo por la falta de liquidez y acceso a materia prima". Con todo, la compañía destacó que "ante la compleja situación que está atravesando La Seda de Barcelona, la compañía ha conseguido mantener un Ebitda operativo de 4 millones de euros". La facturación fue de 521 millones de euros. Crecieron los volúmenes de la división de PET-Packaging --con un Ebitda de 29,6 millones, superando el presupuesto inicial fijado en 26,7-- y el negocio de PET-Packaging mantuvo los ritmos de producción y ventas "a pesar de los problemas de liquidez". La Seda, presidida actualmente por José Luis Morlanes, estaba pendiente de que ayer la Generalitat le concediese un crédito de 15 millones de euros a través del Institut Catalу  de Finances (ICF), pero finalmente el Govern no lo aprobó en su primera reunión semanal tras el verano. Según fuentes sindicales, recibir el crédito de 15 millones del ICF constituye un primer eslabón para poder mantener las fábricas de El Prat y Tarragona produciendo mientras no llega el acuerdo para renegociar el crédito sindicado. "Los 15 millones no son la solución, pero si determinantes para estas factorías", remacharon. El futuro de La Seda pasa por acometer un plan de reestructuración con 300 despidos, la venta de cinco plantas y una ampliación de capital de 150 millones a la que Caixa Geral ya ha dicho que acudirá.


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